Creo que mi estado de shock duró un poquito más de lo esperado.
Vi como Miranda estaba extrañada por mi reacción.
¿Ella esperaba que estuviera feliz por llamar la atención de los medios de comunicación?
¿Creería que era mi propósito aquí? ¿Acaso podemos pensar que especular sobre mi vida y de lo que hago es lo que vengo buscando? Piensa ella que vengo buscando publicidad?
Ya empiezan a decir cosas que no son verdad.
No pinto nada en la historia de Jennifer y David y seguro que me intentan meter en el medio.
No llevo aquí tres días y ya la gente habla de mí.
Creo que Miranda piensa eso. Es por eso que me mira así. Creería que iba a ver una sonrisa dibujada en mi cara y es todo lo contrario.
Siento miedo y pavor a perder mi intimidad.
¿Qué pasaría si decidieran investigar y descubrieran cosas que mi familia no debiera saber?
Si quisiera que hablaran de mí me hubiera quedado en Cáceres soportando las críticas de la gente a la que conozco.
Allí no paran de hablar de que no entienden el motivo de porqué lo dejé con Alberto y creen tener la libertad de decidir si eso está bien o está mal.
Juzgan los actos de los demás constantemente sin importarles que las personas somos muy vulnerables ante lo que piensen los demás de nosotros.
Muchas veces nos juzgamos a nosotros mismos mirándonos a través de los ojos de los demás y eso muchas veces no nos deja ver con claridad lo que en realidad somos.
Al volver en sí otra vez pregunté que había pasado.
Necesitaba volver a oírlo.
Ella vio que yo no era capaz de asimilarlo como algo bueno.
Sentí un plomo encima.
-Que raro. Eres la primera chica que quiere pasar desapercibida. Pues viviendo en casa de David lo vas a tener difícil.
Miré a David que estaba en una entretenida conversación con Giovanni y no se estaba enterando de nada de lo que me había dicho Miranda.
No se si a él le importaría mucho. Él ya se había acostumbrado a ello e intentaría tranquilizarme.
Mientras siguiera siendo la chica X no pasaría nada.
-No me imaginé en ningún momento que se fueran a fijar en mí cuando llegué aquí. No sabía que David era el hijo de Clara.-le dije a Miranda.
No esperaba una respuesta.
Esperaba que alguien me dijera que todo iba a salir bien.
-Pues siendo tan guapa… Es que pareces una muñequita de porcelana. Te aseguro que no vas a pasar desapercibida.- Me dijo ella a la vez que se encendía un cigarro y me ofrecía. -No trato de asustarte diciéndote que no te van a dejar en paz, pero tienes que ser realista.
Acepté el cigarro.
-Gracias, aunque no me haga ni gracia llamar la atención por cosas que no son verdad…
-Pues esto es el principio. Prepárate. Si eres una chica fuerte podrás con esto y mil cosas más. Esto no es lo peor que le puede pasar a alguien.
Cogí una gran bocanada de aire.
¿Qué otra cosa podía hacer? Sería el precio a pagar. No todo podía ser de color de rosa.
El precio a pagar por estar en una casa llena de lujos, rodeado de famosos y por ahora sin estar trabajando…
Mas vale que por ahora quedara en secreto, si no los de mi familia me iban a matar por no decir nada. Al igual que el resto de mis amigos.
-Pues entonces me prepararé a conciencia.
Ella me miró y sonrió.
Yo le correspondí con otra gran sonrisa. Algo me decía que ella y yo nos íbamos a llevar bien.
-¿Te gustan los tatuajes?-Me dijo ella dirigiéndose a la mesa donde estaban David y Giovanni colocando las cosas para el tatuaje.
Giovanni estaba sentado realizando algunos dibujos para el tatuaje de David.
-Hombre, a mi más que el tatuaje me gusta mucho más dibujar.
Ella pareció sorprenderse cuando dije eso.
-¿Dibujar? ¿Qué tal se te da?
-Hombre pues ni bien ni mal. Es algo que hago por diversión.
Se puso la mano en la barbilla pensativa y luego puso cara de tener una genial idea.
-¿Quieres intentar hacer el boceto del tatuaje de David? Vamos a hacer una cosa. Tú, yo y Giovanni. A David no le digo. Dibuja fatal.-Dijo mientras le miraba y David se reía dándole la razón-Vamos a intentar dibujar el tatuaje de David. El mejor gana. Solo se podrán ver una vez estén acabado. Nada de trampas ¿Qué te parece?
Todos se quedaron mirándome esperando impacientes a que aceptara.
-Por mí… Me da igual. No esperes nada del otro mundo.
Me dieron papel, me dieron todo para dibujar.
Allí en la mesa del salón nos sentamos todos y comenzamos a dibujar.
Miranda al quedarme con ella hablando descubrí que era una chica genial.
Tenía chispa, era espontánea y original.
Tenía su propia empresa y a la vez que se dedicaba al tatuaje.
Ella pertenecía a una familia Italiana muy rica y famosa gracias a la política.
Al ver que desentonaba decidió dejarlo todo, y con ahorros que tenía y trabajando de modelo, montó su propia tienda y poco a poco se hizo un hueco entre las marcas mas conocidas.
Me dijo que me daría unas cuantas cosas de su tienda gratis con tal de que me las pusiera de vez en cuando.
Me estuvo preguntando cual era mi historia para llegar aquí, entonces ella me escuchaba alucinada, no se creía que las mayoría de las cosas que me habían pasado hubieran sido en menos de un mes y que aquí estaba yo.
No me podía parar de reír cuando Miranda al igual que había hecho yo antes intentaba sacarle a David el tema de la fiesta de los Bells.
Quise saber cómo se habían conocido.
Esto me lo contó Giovanni, que no había hablado antes mucho porque estaba totalmente concentrado en su en su dibujo.
Ellos tendrían en torno a los diecisiete años. Todos habían coincidido en una fiesta de cumpleaños que había organizado en una casa al lado de la playa otra chica, que también era conocida en la actualidad. Me enseñó una foto de una revista para que supiera quién era.
Los tres acabaron robando unas cuantas botellas de la bodega del padre de esa chica y bebieron en la playa. Hasta entonces la fiesta había sido un coñazo.
Acabaron los tres desnudos por la playa y al salir del agua y con la cogorza, los pillaron los padres de ella.
A partir de ese momento los tres acabarían unidos. Después de la pedazo de bronca que les cayó a los tres.
Por lo que me estaban contando, la habían liado muchísimas veces.
Mientras Giovanni contaba la historia en la mesa no paraba de haber miradas cómplices entre ellos.
De hecho diría que casi podría ver en el salón miradas con conversaciones telepáticas y paralelas entre ellos.
Era claro que entre ellos parecía haber un vínculo especial que venía de muchos años atrás.
Yo me sentía rara con ellos a la vez que muy cómoda.
De vez en cuando se hacía algún silencio en el que todos, excepto David, nos poníamos a dibujar.
Lo único que a veces hacía que me distrajera de mi dibujo era sentir como tenía encima la mirada de David.
Cuanto más le miraba más me gustaba. Intentaba no mirarle mucho.
Allí estaba él sentado cerca de mí con su copa en una mano y su cigarro en la otra.
Le daba cierto aire teatral y de caballero de película.
Parecía serio, pero cuando nuestras miradas coincidían él me sonreía y yo sentía cierto cosquilleo indescriptible.
Me encantaba oír a Giovanni, su voz era un susurro grave que le daba cierto aire misterioso y atractivo. Era muy relajante. Contaba las cosas sin prisa y sin pausa.
David se fue a decirle los ingredientes que quería a Margarita para hacer la cena esta noche.
Luego me pidió la cámara de fotos y empezó a hacer fotos.
Me estaba dando cuenta que David es hiperactivo y no puede parar quieto mucho tiempo.
En un pequeño silencio, oí mi móvil que estaba en vibración que empezaba a sonar. Dejé el dibujo encima de la mesa que estaba casi acabado y me fui a buscar rápidamente el móvil. Era Lucía.
Me dirigí a otra habitación para hablar con ella.
-Hola guapa.-Le dije yo toda animada.
-Hola chica X.-Me dijo ella con el mismo tono de voz.
Se me encogió el estómago.
-¿Qué?¿Cómo que chica X?- dije con la voz que apenas me salía.
Yo estaba con los ojos abiertos de par en par. Congelada.
-No me lo podía creer este mediodía. Estaba comiendo, puse un programa del corazón y no me lo podía de creer. ¡Eras tu con David Mosley! De hecho te estoy viendo ahora. Es super gracioso saber que nadie sabe que eres tú. Solo lo se yo. -Me dijo de los nervios casi gritando.
-¡Si, vamos mega super graciosísimo!
Mi ironía en esa frase llegó a extremos antes nunca alcanzados. Estaba flipando. ¿También en España era la chica X? Se me va a ir de las manos el asunto seguro. Solo llevo dos días aquí y mira…
-Carmen, pues si con esa ropa estas irreconocible. Ni aunque digan que te llamas Carmen lo iban a saber.
-¿Hablas enserio?
-¡Qué si! Cuanto más le veo a él más envidia me das. Por cierto, ¿ha pasado algo que deba saber…?
-Pues he montado en helicóptero y he visto la ciudad desde el aire. He comido en un restaurante de esos que lo alucinas con los platos y ahora estamos en casa que David se va a hacer un tatuaje.
-No me refería a eso, pero desde luego el día suena bien.-Dijo totalmente impresionada.
-¿A qué te referías?
-Que si ha habido tema.
-Tú estas flipada. No, aún no.
-Pues tiempo al tiempo. Desde luego haceis buena pareja, ahora que os veo…
-Deja de mal influenciarme. No me ayuda ahora mismo.
Ella comenzó a reírse. A mi no me hacía ni un poquito de gracia.
-Bueno guapa tengo que ponerme a colocar las maletas que ya dentro de nada nos vamos a Tailandia.
-¿ya?
-Si, el tiempo pasa muy rápido y no espera.
-Ya veo, ya…
-Pues Carmen me despido así plan a lo película y me doy por despedida. Voy colgar justo cuando diga la frase.
-Lucía estás loca. ¿Qué frase?
-Solo déjate llevar.
Justo después me colgó.
Continuará...
Elena!!! quiero leer más!!!! quiero saber que pasa!! como es el tatuaje??? y que va a cocinar David?? demasiadas incognitas!!! jejeje
ResponderEliminarbueno espero que escribas pronto!! yo me voy a la cama que son las 2 de la mañana y tengo que madrugar!! pero no podía parar de leer...
besossssssss
Airamer