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jueves, 3 de febrero de 2011

86. Mezclar el dolor y el placer.

¿Y eso a qué ha venido?
Tampoco tiene que estar muy equivocada.
Son demasiados años juntas y sabe que me encanta pensar mucho las cosas.
Siempre le tengo muchísimo miedo al error, al no conseguir aprender a base de aciertos. ¿Alguien puede? No. Solo recordarás mejor donde tuviste que rectificar.
Tampoco fiar de ella.
Lucía siempre hace el plan loco.
Carmen… Ya estás dándole vueltas otra vez.
Volvamos otra vez a esa vida que camina entre el sueño y la realidad…
Me dirigí al salón a terminar mi dibujo.
Creía que ellos seguirían donde estaban recordando cosas del pasado.
Entonces me encontré con los tres alrededor de donde estaba mi dibujo.
Los tres hablando de mi dibujo.
Seguro que se están riendo.
Yo en principio no tenía ni idea de que decirles.
Seguro que estarán pensando que he dibujado una mierda en un palo…
-¿Qué pasa a mi dibujo?¿No se supone que no se veía hasta el final?-dije al fin intentando disimular mis dudas por miedo de lo que piensen los demás.
Los tres intentaron disimular, pero al ver David que les había pillado de lleno, me tuvo que explicar.
Sería infantil que los tres salieran corriendo a su sitio.
-Es que cuando has cogido el móvil he pasado al lado de la mesa y me he quedado viéndolo… A ellos les ha dado también curiosidad al ver mi cara.
-Os estabais riendo de lo malo que es, ¿verdad?
Entonces los tres fruncieron el ceño a la vez, como quien dice una locura.
-Todo lo contrario.-Dijo Giovanni.- A mi me gusta mucho.
-Yo digo lo mismo.-Dijo Miranda cogiendo el dibujo y dándole vueltas.
-Me lo pienso tatuar. De eso estábamos hablando. -Me dijo David convencido.
Yo a todo esto no me lo creía.
¿Cómo?
Mi dibujo era mas paranoico de lo que ellos pensaban.
Pero no podía ser tan malo si David lo quería y lo miraban los tres como si se tratara de algo sublime.
-¿En que te has inspirado? -dijo Giovanni.
-Quizás es una tontería…
-No puede ser una tontería, es demasiado bueno para venir de una tontería.-Dijo Miranda.
Cogí el dibujo lo puse en la mesa y empecé a contarles.
-Hablando antes con David me dijo que quería un sol que representara la vida. Yo a esa idea le he añadido unas cuantas más. Ese sol tiene símbolos dentro que representan los cinco elementos. Todos están dentro del sol. A su vez todos están unidos por el anillo este que representa la eternidad, la unión y el compromiso. Hay un pequeño corazón a este lado, uno real que representa lo que da la vida y el cuerpo que es materia. Hay una espiral. He dejado sitio para poner una palabra que te de fuerzas o una frase. Y creo que por ahora eso es todo… Solo son símbolos. No es para tanto. Solo parece que estoy loca o algo así...
Los tres se quedaron mirándome pensativos y serios.
Y por lo que creo estaban alucinando conmigo.
De Cáceres a Nueva York y de Nueva York al loquero.
-Carmen eres una artista… Cuanto más lo miro con detalle, más me gusta y más sentido tiene. -Me dijo Giovanni.
-No creo que sea para tanto.
-Te digo que yo de esto entiendo. ¿En serio que no te quieres dedicar a esto? Yo te enseñaría muy gustosamente…

Vale que mi vida hubiera cambiado en unos días pero no creo que haya hecho una carrera de varios años como para acabar haciendo algo relacionado con las horas que me aburría en clase… No ahora.
Por mucho que me dijeran eso de hacer tatuajes es una responsabilidad muy grande.
El tatuaje no sería lo mío.
-Muchas gracias Giovanni, pero me da a mi que no. No sería capaz.
-Pues en cuanto tu quieras ya sabes a quien tienes que avisar. -Me dijo él apenado.
-Por lo menos quédame esa opción ahí, porque ya ves que mi vida cambia de un día para otro. Puede que lo considere en un futuro.
-Pues David, voy a pasarlo a la plantilla y enseguida nos ponemos, ¿vale?
-Por mi perfecto.
-Espérate un momento. Carmen, ya que estamos con todo el equipo… ¿No quieres un tatuaje?-Me dijo Miranda.
-Pues yo, la verdad no tengo ni idea... Nunca me lo he planteado.- Dije totalmente insegura.
¿Por qué iba yo a querer pasar dolor?
-Venga, anímate.-Me dijo Miranda.
Entonces me vino esa curiosidad de que se sentiría…
¿En realidad era un dolor tan insoportable?
Si me tatuaba algo, debería de ser algo que mereciera venirse conmigo a la tumba.
Es algo que iría siempre conmigo recordándome algo.
Debería de ser algo por lo que mereciera pasar dolor y que tuviera una gran historia detrás.
¿En serio era tan difícil pensar algo que tuviera una gran historia detrás en este momento de mi vida?
-Me has convencido. Ya se que quiero.
Todos se quedaron con las cejas levantadas.
Cambié de opinión de un segundo para otro.
Entonces Giovanni se acercó a mi.
Era como si no me fuera a dejar escapar de la decisión que acababa de tomar.
-Quiero en la muñeca derecha una N y en la otra muñeca una Y. Creo que no estará mal recordarlo.
-Me parece bien si tiene sentido para ti.-Me dijo Giovanni con una gran sonrisa.
Entonces se pusieron enseguida manos a la obra.
Incluso antes que con el tatuaje de David. David me acercó una silla, me sentó al lado de donde estaban todas las cosas preparadas.
Giovanni y Miranda empezaron a dibujar muchos tipos de letras. Yo quería algo sencillo y entonces Giovanni consiguió justo la letra que yo quería.
No sería algo muy grande, pero tampoco debería de ser algo minúsculo.
Yo prefería ni pensar que estaba a punto de pasar.
Hay cosas que es mejor hacerlas sin pensar, y esta era una de las que no quería pensar.
¿qué iba a sentir justo momentos después en mi piel?.
David, colocó su silla justo delante de mi.
Él me miraba con gran curiosidad.
-¿Quieres que las letras sean en negro?-Me preguntó Giovanni.
-Sí.
Miranda iba preparando la aguja. Todo estaba preparado.
Aquel sonidito…
Algo en mi estómago.
Giovanni me cogió la muñeca con gran delicadeza.
Mi estómago por una parte estaba llena de nervios y por otra quería empezar ya.
Cuanto antes empezara, antes iba a acabar.
David vió mi reacción a oír el sonidito aquel, tan característico y molesto.
Era una mezcla de todo.
Entonces David dejó que Miranda se sentara delante de mí y él se sentó a mi lado.
Todos se miraban entre sí con una gran sonrisa viendo que yo no sabía ni que esperarme.
David me cogió la mano que tenía libre y justo cuando me distrajo de esa manera, sintiendo el tacto de su mano, sentí la aguja sobre mi piel.
Desde luego no era tanto dolor tan exagerado como el que me había imaginado.
Dolía.
Apreté fuerte la mano de David.
No sabía bien en que estar atenta, si al dolor que sentía en la piel o al cosquilleo tan intenso que sentía al saber que el tenía mi mano bien agarrada a la de David.
Cada vez era más intenso ese cosquilleo cuando su mirada se quedaba clavada en la mía.... Aquellos ojos verdes no sabía si querían decirme algo.
Solo sabía que podría mirarlos y necesitar mirarlos siempre que quisiera tranquilidad.
Entonces me acordé de la presencia de Miranda que nos observaba, que se había quedado mirándonos un poco sorprendida.
Los dos la miramos a la vez. Ella nos sonrió en muestra de su sospecha.
Entonces ella decidió hacerse la tonta y empezó a preguntarle cosas a Giovanni.
Yo por más que intentaba atenderle a él, en sus historias de sus viajes por el mundo y de todos los rolletes que había tenido en cada puerto, me debatía entre los agudos pinchazos en mi piel y no soltar la mano de David.
Miranda no se atrevía a decirme nada, aunque creo que ella sabía perfectamente que ahí pasaba algo.
En realidad no estoy segura.
Dudo que solo sean suposiciones mías.
Antes de lo que me esperaba ya había terminado de tatuarme la N y ahora tocaba el mismo proceso con la otra muñeca.
El dolor ya era diferente.
Mi cuerpo ya lo estaba asimilando. No era tan intenso como cuando no sabes que te espera.
Una vez ya conoces esos límites ya creo que no era tan intenso.
Incluso ya comencé a poder mirar sin miedo como la aguja se iba clavando en mi piel e iba dejando una marca que sería para siempre. Miraba como quedaba la N y me gustaba.
Empecé a pillarle el punto a la cosa e incluso empecé a participar en la conversación y empecé a estar mucho más tranquila.
Ya incluso no me hacía ni falta agarrar la mano de David, pero no voy a ser tan tonta de soltarla.
La noche a lo tonto se nos estaba echando encima.
Giovanni estaba concentrado a la vez que no paraba de hablar con su voz relajante.
No elevaba demasiado ninguna palabra convirtiendo su manera de hablar en un susurro perfecto.
Estaba a punto de acabar el tatuaje y solté la mano de David.
-¿A que no es para tanto?-Me dijo Miranda.
-Hombre, doler, duele… Pero una vez que ya sabes lo que te espera no es peor que la incertidumbre. Digamos que es soportable.
-A que sí lo es. Yo tengo muchos.
Ella comenzó a enseñarmelos. Como ya me suponía había algunos los que no me podía enseñar por ser muy íntimos.
Eso sí, ella no se cortó un pelo en enseñarme los que tenía en los pechos.
Me quedé un poco loca cuando se desabrochó la camisa y me los enseñó así como aquella que me enseña los del brazo.
Tampoco me iba a escandalizar, pero me demostró que no tenía pudor alguno.
Lo que tiraba un poco para atrás era la naturalidad con la que lo hizo. Allí delante de los dos y Giovanni sin distraerse ni un poquito del tatuaje.
Tampoco miré la cara que puso David pero seguro que estaba mas que habituado a esas escenas.
Justo después de que me enseñara la mayoría de sus tatuajes acabó mi letra Y.
Fue una manera muy extraña de distraerme.
Giovanni me dijo todo lo que me tendría que echar y como me lo tendría que curar.
-Pues te ha quedado muy bien. Y has sido toda una valiente.-Me dijo David guiñándome un ojo.
Los dos sabíamos que había momentos en que su mano podía haber muerto por estrangulación.
Giovanni y Miranda se pusieron los dos manos a la obra para el tatuaje de David.
Yo miraba a David para ver si estaba un poco nervioso, pero no lo estaba ni un poquito. Él estaba tan tranquilo bebiendo y fumando.
Yo me miraba las muñecas como toda una flipada. Debería de tener cuidado de que no me rozara nada mucho en las muñecas o vería el infinito y más allá.
David ya tenía todo preparado para comenzar a hacer el tatuaje. Se sentó y comenzó a ser tatuado con el dibujo que yo había hecho.
Miré a Miranda que no me paraba de mirar los zapatos.
-¿Te gustan?-Le dije.
-Un montón. ¿Me los dejas probar?-Me dijo un poco tímida.
-Pues claro que sí.
Ella parecía ilusionadísima. Enseguida se acercó a poder probárselos.
Pocas veces he visto disfrutar tanto a una mujer probándose unos tacones. Yo creo que yo ya estaba harta por hoy de tacones.
-¿Por qué te gustan tanto los tacones?-Le pregunté.
-Desde pequeña me encantaba robarle todos los zapatos a mi madre y ponérmelos para ir a cualquier parte. Me parece de lo más femenino. Aparte estos zapatos son especiales, solo hay cinco personas en el mundo que tengan este modelo, por eso todo el mundo sabe que te ha vestido Charles Bizet. Este modelo solo lo han creado para varias de sus clientas. Son la envidia de muchísimas personas con muchísimo dinero. No lo sabes bien… Eres afortunada.
Ella no me hablaba de los zapatos como quien habla de algo normal.
No.
Ella hablaba de que aquellos zapatos se podían considerar una obra de arte.
No todo el mundo lo entendería así.
Ni si quiera yo, que poseía aquellos zapatos.
Ella los miraba y se los remiraba puestos.
Incluso cogió la cámara y me pidió que le hiciera una foto con ellos. Se veía que tenía un talento natural para posar, así hasta que me convenció para que le hiciera unas cuantas fotos. Me convenció y las dos acabamos haciendo poses con los zapatos.
-Miranda, ¿Quieres venir a mi armario y ver mis zapatos? Me da a mi que te iba a encantar.-Le dije al ver la ilusión que había puesto al ver estos.
Entonces me miró con los ojos como dos estrellitas.
-¿Puedo?
-Pues claro que sí. Venga, vamos. Ahora venimos chicos.-Le dije yo animándola a que me siguiera.
Entonces si comérmelo y sin bebérmelo oí decir a David por lo bajo.
-Ten cuidado a ver que Miranda tiene mucho peligro a solas en una habitación.
No lo entendí.
Los dos chicos comenzaron a reírse. A ella no le hizo ni gracia.
¿De qué hablarían? Yo no sabía ni que pensar.
-No le hagas caso a este par de tontos. Vamos.
Fuimos por la casa hasta llegar a la habitación. Yo me esforzaba por no perderme entre tantas salas. Y llegamos.
-Que colorida tu habitación. -Me dijo ella mirándolo todo.
-Ya, pero me gusta así. Va más conmigo.
-Te habrás quedado alucinando cuando llegaste aquí sin saber nada y viste la casa.
-Imagínate. Si quieres te lo cuento con más detalles.
-Estaré encantada de oírlo…. Sobre todo la parte en que te enteras que vives con David. ¿A ti no te gustaba de antes?
Entonces ella se fijó en que yo tenía una mini nevera gris y se fue a abrirla.
Yo me quedé pensando en su pregunta hasta que ella me hizo una seña con la mano para que me acercara.
Nos agachamos las dos y no lo podíamos creer.
Nos miramos las dos con los ojos muy abiertos sin dar crédito a que había ahí.
Dentro de la neverita estaba lleno de botellas muy caras con muchos vasos de chupitos y con muchas copas.
En el mueble de al lado había de todo para montar una fiesta.
Entonces me pregunté que mil cosas habría en los cajones de los muebles que yo no sabría.
Las dos nos miramos y vimos aquella botella de tequila que nos estaba llamando.
Había incluso limones y sal.
Lo supimos.
Agarramos la botella enseguida, dos vasos de chupitos bien fresquitos y nos servimos uno.
Nos lo tomamos muy rápido y no nos hizo ni falta decir nada para saber que había que tomarse otro más.
Después ella sirvió una copa de otra botella.
Nos sentamos en el sofá y comenzamos a hablar.
Conseguí evadir la pregunta que ella me había hecho antes.
Le pregunté entonces por su vida amorosa.
Ella al principio parecía no querer contármelo, pero al final los chupitos de tequila iban subiendo y los detalles eran cada vez más y más…
Esta chica era muy especial.
Quizás podría aprender mucho de ella.



Continuará...

(Ya actualizo con más frecuencia. Ya acabó mi febrero infernal.)

3 comentarios:

  1. No se si conoces a la cantante Vinila von Bismark pero según describías a Miranda el retrato de esta chica vino a mi mente...Como siempre GENIAL y menos mal que termino tu febrero infernal, porque el mio sin saber nada de carmen comenzaba a ser lo. ;D

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  2. No entiendo xq siempre borras los comentarios que te deja la gente, incluida yo, porque suelen ser cumplidos la mayoria.
    Empieza a escribir otra vez que así es casi imposible seguir la historia!!!!

    Bisous

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  3. Disculpar mi ausencia que ha sido un poco más larga de la esperada.
    ¿Enserio borro los comentarios que me deja la gente?
    Os aseguro que desconocía que se borraran! Xq yo no les hago nada
    Estoy haciendo planes para esto!
    Pero aún me queda cosas por organizar.

    Si... amo a Vinila von Bismark :)

    Ahora voy al tema...

    En tal caso disculpen las molestias...

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