Cuando me levanté, todo estaba patas arriba.
Me dolía el cuerpo de dormir en el sofá.
Una botella vacía y el cenicero mas lleno de lo que debería.
Al frotarme los ojos me di cuenta que no me había desmaquillado. Sensación asquerosa en las pestañas.
El olor que deja el alcohol y el tabaco no podía ser más desagradable.
Sensación pastosa en la boca, muy desagradable.
(Entiendo perfectamente el motivo de esta canción casi todos los domingos)
Miré el sofá y allí seguía Lucía echa una bola en el sofá de al lado.
En mi cabeza estaba ligeramente el bombo del manolo.
Me di una ducha urgente. Cuando acabé de asearme parecía una persona nueva.
Me bebí mucha agua y comencé a comer tostadas.
Arreglé la casa poco a poco. Sería imposible colocarla entera.
Soy un desastre.
Soy muy desordenada.
Lucía seguía dormida en el sofá, por lo que le preparé el desayuno a la hora de comer.
Ella se arregló y llamo a su chico para quedar.
Las dos nos reíamos mirando las fotos de ayer y bebíamos agua sin parar.
Creo que pocas veces nos habíamos emborrachado tanto como ayer.
Nos preguntábamos que había sido de Mery y su ligue de ayer.
Después de comer el chico de Lucía la vino a buscar sobre las seis y me volví a quedar sola.
Era un día soleado y caí en la cuenta que seguramente si yo siguiera con Alberto estaría con él, en mi café favorito y luego daría un paseo con él agarraditos de la mano.
Quizás estaríamos en su casa. Quién sabe...
Estaba desconcertada.
Tenía ganas de coger el móvil, llamarle y suplicar hasta que me diera otra oportunidad. Recordé entonces que no podía ser así.
Debía de ser fuerte y asumir lo que había hecho. Debería de aprender a vivir sola.
Sola, SOla, SOLa SOLA...
Que asco de palabra.
¿El tiempo cura las heridas? ¿Enserio que se puede curar siete años de rutinas?
Yo no podía permitir que tuviera que admitir que prefería la rutina con él, antes que esperar a lo que estaba esperando.
Decidí hacer la colada por estar ocupada y me acorde de mi pobre Saxo.
¿Cómo no lo había recordado antes? La hostia que tenía era muy considerable, pero que mucho.
Pedazo de golpe que le habían dado ayer. Fui decidida a llamar a esa tal Clara. Si hacía falta descargaría mi rabia con ella. Se lo merecía.
Tampoco tenía nada mejor que hacer.
(Necesitaba descargar mi ira)
Sonaron dos toques antes de que nadie cogiera el teléfono.
-¿Si, dígame?
Escuche una voz. Era la de una persona mayor. Era una voz delicada.
-Hola, ¿usted es Clara?-dije mostrando furia.
-Si, soy yo, ¿en que puedo ayudarle?-dijo muy amable.
En este poco tiempo y en pocas palabras, saqué también la conclusión que no era de aquí y que tenía un acento extranjero, quizás de Londres. Me sorprendió lo educada que era, porque yo seguramente no hubiera contestado así al número desconocido que le habló como yo la acababa de hablar.. La gente suele descolgar de mala manera.
-Mire, me llamo Carmen y soy dueña de un Saxo verde. -dije cabreándome más a cada palabra. -Estaba aparcado cerca del centro…
-No hace falta que diga usted más, Carmen. Si no es mucha molestia, ¿ podría venir usted a mi despacho y rellenamos los papeles del seguro?.-Dijo ella con total pasividad. Sin gritar. Como si pasara de mí y de mi mala leche o no le diera importancia.
-Bueno...- No tenía nada que hacer . Necesitaba que lo arreglaran.- Esta bien, ¿Dónde quedamos?
-Quedamos en la calle Antonio Hurtado, al lado de una agencia turística. ¿Cuanto tiempo tardará en llegar?
-Pues...-¿Justo teníamos que quedar en la puerta de mi trabajo? Casualidades de la vida.-Estaré allí en veinte minutos.
-Allí le espero, hasta luego.
(Me quedé flipando ¿Dónde estaba mi ira?. Esto es de BOBOBO. Buenísima esa serie y los ataques del pelo nasal. xDDDD)
Me había desconcertado totalmente. ¿Acababa de quedar con la desconocida así sin más? Pero si ni si quiera se que persona tengo que buscar cuando esté allí.
No arreglé nada más de la casa. Como llegaran mis padres antes que yo me iban a matar por tener así la casa.
(Espero no tener así nunca mi casa, pero si he sentido el CAOS de esta foto)
Al bajar volví a mirar el saxo. Que dolor de golpe. ¿Qué pasaría para que esa mujer lo golpeara así? No era normal.
La verdad es que no sabía bien que esperarme cuando llegué.
Creo que mi cara de sorpresa no me la quitaría de la cara por mas que quisiera.
En mi cabeza estaba buscando una guiri cuando llegué a la agencia. Pero no fue así. Para nada parecía una guiri. Parecía una famosa.
Allí me encontré con una mujer delgada y esbelta de metro ochenta. Tendría unos 45 años. El pelo largo color caoba y unos preciosos ojos verdes.
Nunca me habían llamado tanto la atención los ojos de alguien antes.
Era una mujer guapa, preciosa y elegante.
(Iba a dejarlo a vuestra imaginación, pero la ví a ella y dije...WAUU¡¡¡¡ Marcia Cross¡¡)
Casi intimidante. De expresión serena que tenía una sonrisa despreocupada en la cara.
Me esperaba con un atuendo un poco extraño, pues llevaba un chaquetón de pelo y unas deportivas verdes, por lo que pensé que se había puesto el primer abrigo que había visto para bajar de su casa.
Me parecía aun asi que desprendía elegancia y delicadeza.
¿Cómo es posible cuando lleva unas pintas que llamarían la atención a kilómetros?
Sus ojos me habían conseguido hipnotizar al ser de un verde muy intenso. Los más bonitos que había visto en muchísimo tiempo.
Me acerqué despacio. Me sonrió.
Creo que ella tampoco esperaba encontrarse conmigo. Por la expresión de su cara dudo que le hubiera causado mala impresión.
-Tu eres Carmen, ¿no?-dijo tranquila con esa sonrisa serena.
-Y tu eres Clara.-Con una voz tan débil y suave que no parecía ni la mía.
Encantada- me extendió la mano para que la estrechara, (cosa que estando en España no me parecía lógico), le devolví el gesto.-Bueno, vamos a subir a mi despacho que esta aquí justo encima. Antes de que digas nada lamento lo que pasó ayer con tu coche. Por un error me llamaron al móvil diciendo que mi hijo había tenido un accidente de avión y estaba muerto, por lo que me puse nerviosa… pero bueno , vamos a darnos prisa que aquí hace un frío que pela.- me dijo ella.
Yo no sabía ni como reaccionar.
¿Qué cojones…?
Hablaba nerviosa y preocupada de lo del coche como si fuera suyo. Estaba esperando que le gritara o le echara la bronca. Sabía que se lo merecía.
Estaba más preocupada que yo.
Más bien yo lo estaba flipando al mirarla.
Yo era casi incapaz de hablar.
Se supone que después de que abollara mi coche debería de estar enfadada, pero es que después de lo que me había contado con cara de angustia, era imposible enfadarse.
Si me pongo en su situación , creo que yo habría causado una catástrofe muchísimo mas grande que abollar el primer coche que viera.
¿Qué su hijo supuestamente había muerto en un accidente de avión?
Aparte, puedo pensar que tuve suerte al no toparme con el cabrón de turno que coje, te hace el bollo y sale pitando de donde sea.
Me limité a seguirla. Justo eran dos portales mas allá de donde yo trabajaba.
-Me suena tu cara como si te viera todos los días.- Me dijo en el ascensor observándome detenidamente de arriba abajo.
Me sorprendió que yo le hubiera llamado la atención antes.
¿Cómo no me iba a haber visto si trabajaba justo al lado de su despacho, y mi mesa de trabajo se veía desde la calle ?
Aunque fuera de perfil yo me hubiera quedado con su cara de haberla visto antes.
Era como sentirse intimidada por una mujer tan elegante y tan bella y que a pesar de los años, me tenía totalmente desconcertada.
Sin duda ella no era el estilo de guiri que yo andaba buscando.
Su perfume supe que era de los caros.
Sus muñecas llevaban extrañas joyas.
Sus uñas estaban perfectamente cuidadas.
Las dos nos estábamos sometiendo a un examen sin darnos cuenta.
- Si, es que trabajo justo en donde hemos quedado. Casualidades de la vida supongo.
- ¿Te gusta tu trabajo?-dijo sin venir a cuento.
- No esta mal. Tal y como están las cosas no me puedo quejar.
- Seguro que elegiste esa carrera por que te gusta viajar. Seguro que no lo haces con la frecuencia que te gustaría, ¿me equivoco?
Me quede pensando, era como si supiera precisamente la razón que me llevo a elegir esa carrera.
En realidad tenía la sensación de que aquella mujer tan extraña quería algo más de mí. Quería saber algo de mí. Era como si ya me conociera de antes.
Me trataba como si fuera así.
- Pues no se equivoca para nada. Pero casi nunca nadie consigue hacer lo que quiere.
Me conformo con tener trabajo, no me puedo quejar de no viajar tanto como quisiera.
Me contesto con una gran sonrisa que se reía de lo que había dicho yo, la cual me hizo a mi también sonreir. ¿De qué me reía ?
No había dicho nada gracioso y me había hecho sonreír.
-Eres muy joven para ponerte esa barreras, ¿lo sabes?
Justo en ese momento llegamos al piso, nos dirigimos a la puerta y me quedé como una gilipollas parada delante de la plaquita:
Clara Segovia Smith
Sexóloga.
¿Qué coño...?
(JAJAJAJAJJA¡¡¡¡¡¡)
Pequeños lectores y lectoras, tendréis que esperar hasta mañana para saber más de Clara Segovia¡¡¡¡
DISCULPEN LAS FALTAS (NO TNGO TANTO TIEMPO COMO XA CORREGIR¡¡)
Por cierto, cualquier parececido con la realidad es PURA CASUALIDAD.
Yo soy Elena. Ella es Carmen.
POR FIN ES VIERNEEEES¡¡ FIN DE SEMANA¡¡¡
Aquí va algo que sí es cierto q lleva así dos días. A mi también me pasan cosas muuuuuy raras: XQ COJONES HAY UN "CAMPAMENTO" (estan con una tienda casera de plástico) GITANO AL LADO DE LA ESTACIÓN DE AUTOBUSES Q S INSULTAN A VOCES???
No todo en este mundo es de color de rosa, que se le va a hacer.
SONRÍAN que no tienen que dormir en una tienda hecha con plástico.
No se quejen tanto.
Hasta mañana.
Gracias por leerlo :D
¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.
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jueves, 29 de abril de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
3. Noche de ¿fiesta?.
El coche se lo compré al mejor amigo de Alberto, justo cuando Alberto me dijo que se iba a comprar el coche que yo quería: el Audi Q7.
(SI NENA, ESTE ES EL SEÑOR COCHE)
Él lo sabía y me lo dejaba muchas veces, aunque el cambio fuera injusto.
Ahora me tendré que joder e ir con mi Saxo siempre.
No está mal, pero no hay punto de comparación si te gusta la velocidad como a mí. Por suerte aún no he tenido ni una multa.
Supongo que me tendré que desacostumbrar a los pijeríos a los que Alberto me tenía acostumbrada. Siempre me decía que yo era su tesoro. Por mucho que yo vista diferente, Alberto siempre fue un niño pijo y mimado. A primera vista siempre desconcertabamos a todo el mundo.
Al pensar en él no me había dado cuenta que iba más deprisa de lo que debería ir.
Me puse a buscar desesperadamente aparcamiento y salí deprisa hacia el bombo.
(Punto de quedada en Cáceres)
Me hicieron esperar sus 10 minutos. Llegaron tarde, como siempre. Odio la gente impuntual. Me parece que es una falta de respeto si no hay motivos para retrasarse. Ellas se salvan por ser mis dos mejores amigas, a los demás les montaría un pollo.
Mery es también mi mejor amiga, pero ella es diferente. La conocí gracias a Lucía. Es una persona adorable, enamoradiza, despreocupada, extrovertida y enormemente despistada.
Sinceramente, creo que esas cosas son la que la hacen imprevisible, cosa que me encanta.
Siempre llama la atención por lo pálida que es. Pero sin duda ella es bella como ninguna.
(Jaime Murray es la más parecida que encontré a ella. Trabajó en Dexter. Muy buena la serie.)
Ella cambia de decisión en tres segundos y suele ser siempre para bien. Siempre me desconcierta. Y lo que más me gusta de ella es que habla un montón, casi imparable. Imposible aburrirse con ella. No habla tonterías, ella sabe de muchas cosas.
Cada vez que salgo con ella por ahí, nos pasa siempre algo o alguna aventura extraña y surrealista. Un día íbamos de viaje a Barcelona con ella al volante, y no me preguntes como, pero acabamos en Valencia y no nos arrepentimos.
Tardamos en decidir el sitio el cual íbamos a estar. Elegimos ir al Aquelarre.
En la puerta nos encontramos con los de siempre, los que suelen salir a la plaza.
Me sentía observada.
(Cuadro de Gabriela Rachmil http://gabrielarachmil.blogspot.com/ )
Los amigos de Alberto estaban por allí, pero él no parece estar.
Hoy las miradas de los chicos eran diferentes.
Todos sabían que acababa de romper con Alberto y me sentía como un caramelo en un recreo.
Los que se habían oprimido durante tantos años en decirme que les gustaba estaban pendientes a más no poder de saber en que bar iba a estar para aprovechar la mínima oportunidad. Lo sabía. Conocía esas miradas de perros babosos. Ya no tengo perro guardián. Ninguno de ellos llamaría mi atención ni hoy ni nunca. Demasiado tiempo viéndolos como amigos.
Allí en el Aquelarre, las tres nos pedimos algo y comenzamos a bailar.
(Que más quisiera el Aquelarre servir copas así.)
La mayoría del local nos miraba por que bailábamos como locas y llamando la atención. Siempre nos dio igual que pensaran de nosotras.
Algunos que otros chicos se acercaron a invitarnos a algo.
Yo pasé de las invitaciones de varios insistentes y pesados que querían que bebiera.
Tenía que conducir y no quería confusiones. Si aceptas las copas de los desconocidos siempre da a la confusión.
No había nadie que me pareciera interesante, atractivo o que quisiera otra cosa que no fuera sexo. Cuando quieren eso veo como sus movimientos son bruscos a la vez que precipitados. No saben disimular.
No me apetecía liarme con ningún chico del bar. Todos me parecían iguales. Siempre las mismas caras.
Las luces oscuras provocaban aún más aquella sensación de estar observada todo el rato por desconocidos.
Las chicas nos miraban con cara de mala ostia. Se creerían que queríamos provocar a sus “machos ibéricos”. Todos para ellas.
Nosotras solo nos queríamos divertir.
Con Lucía me lo estaba pasando pipa inventándonos pasos de baile y haciéndonos fotos con los chicos que se acercaban a conocernos.
Era divertido hacerles pensar que podían llegar esa noche a nuestra cama con facilidad. Sinceramente era superdivertido ir de calienta pollas. Nunca antes lo había experimentado. Pero todo en su justa medida, claro. No soy ninguna guarra.
Lucía y yo nos reíamos mucho a la vez que bailábamos y sentíamos que nadie nos podría joder aquella noche.
Mery decidió irse con un chico alto, moreno, con estupenda sonrisa, guapo y bien vestido. Muy de su estilo. Supuestamente iba enseñarle su casa. Ella es así de rápida cuando le gusta uno.
Ella seguro que se quedará pillada por él en cuanto se acueste con él. Siempre le pasa.
Lucía y yo decidimos irnos a mi casa y jugar a la play tomándonos unas copas.
Ya estaba harta de todo aquel rollo de no beber. Hoy lo necesitaba para celebrarlo. La mala intuición que había tenido antes de salir de casa no había dado resultado. Todo estaba bien.
Hacía mucho tiempo que no me sentía así. Hacía mucho tiempo que no echaba de menos a Alberto aunque fuera por unas horas. También hacía mucho que no salía así un sábado, en este plan de mujer soltera.
A él no le hubiera gustado que yo hubiera salido de noche con las amigas.
Supuestamente para Alberto, yo soy demasiado: llamativa, guapa, provocativa y adorable.
No le creí nunca, aunque siempre me es fácil convencer a los hombres de cualquier cosa y las mujeres me miran como una rival. Se tranquilizaban al saber que llevaba tanto tiempo con Alberto.
Alberto siempre estaba vigilante como un perro los sábados.
Para él, todos los hombres me miraban como un caramelo. Tonterías de chicos celosos.
Yo me sabía cuidar solita y ahora sé que me puedo cuidar solita. Aunque me sigan mirando como un caramelo.
De repente me sentí impaciente. Mi pie inquieto no paraba. Traté de disimular, pero sabia que nada bueno iba a pasar. No me gustaba nada eso. No sabía si eran cosas mías.
Lucía notó que no me sentía cómoda. Salimos de el bar nos fuimos deprisa hacia el Saxo a seguir la fiesta y dejarnos de tonterías en el bar. Allí estaba mi sorpresa y horror.
(La cara fue incluso peor que esta)
Puta en la hora que dije que no pasaba nada. Mi pobre Saxo tenía en la parte derecha trasera un bollo gigante y considerable el cual no estaba antes ni por asomo. Una hostia muy considerable. Me costaría mucho dinero arreglarlo. No parecía difícil pensar que parecía un golpe intencionado.
Lucía y yo nos quedamos boquiabiertas.
Pensamos en que podía ser una venganza de Alberto.
Un minuto de silencio. Mi cabeza en blanco. Mis manos temblando.
Lucía me sujetó.
(Sensación de vacío en el interior)
La pobre no sabía ni que decirme. Me acerqué lentamente al coche.
Se nos quitó de la cabeza lo de Alberto cuando me acerqué y vi en el parabrisas enganchado un posit amarillo:
“Losiento mucho, tuve un problema y golpeé tu coche de manera desmesurada, por lo que no dudes llamarme en cuanto puedas para arreglarlo. Pregunta por Clara.”
Debajo ponía un número de teléfono.
Nos montamos silenciosamente en el coche. ¿Quién sería Clara? La muy hija de puta me ha jodido la noche. La rabia me recorría todo el cuerpo de arribabajo. Algo me quemaba en mi interior. Quería llorar. Lucía no se atrevió a decirme nada en todo el trayecto a mi casa. Solo me miraba con cara de alucinada porque sabía que si yo abría la boca, mi voz estaría rota y con las lágrimas a punto de salir.
No estaba triste por el coche, sino fue como si de repente me cayera un piano encima. Todo esto significaba el culmen de mi mala suerte y se me había juntado con recordar a Alberto. Me sentía de repente muy sola.
-Carmen, siempre me tendrás a mi. -Me dijo Lucía antes de bajar del coche agarrando mi mano.
Respire bien hondo, me puse a llorar y le di un gran abrazo, nos bajamos del coche y seguimos con nuestro plan de sábado noche.
Aunque yo acabé desahogándome las penas en alcohol y contándoselo todo a Lucía.
Ella reconstruyó el puzzle de mi jarrón roto.
Lo consiguió pegar con superglue.
No paró hasta verme sonreír.
Las dos acabamos muy borrachas y nos quedamos dormidas en el sofá.
Mañana descubriré quien es Clara y se va a cagar.
Muxas gracias por todos aquellos que dedican su tiempo a saber más de Carmen.
Este va por Inma q me está animando¡¡¡ :D .
Una frase con la que resolver todo: PIM PAM TOMA LACASITOS. JJAAJAJAJA¡¡¡
Sonreir, asi estareis más guapos.
Mañana Carmen tendrá un día duro.
(SI NENA, ESTE ES EL SEÑOR COCHE)
Él lo sabía y me lo dejaba muchas veces, aunque el cambio fuera injusto.
Ahora me tendré que joder e ir con mi Saxo siempre.
No está mal, pero no hay punto de comparación si te gusta la velocidad como a mí. Por suerte aún no he tenido ni una multa.
Supongo que me tendré que desacostumbrar a los pijeríos a los que Alberto me tenía acostumbrada. Siempre me decía que yo era su tesoro. Por mucho que yo vista diferente, Alberto siempre fue un niño pijo y mimado. A primera vista siempre desconcertabamos a todo el mundo.
Al pensar en él no me había dado cuenta que iba más deprisa de lo que debería ir.
Me puse a buscar desesperadamente aparcamiento y salí deprisa hacia el bombo.
(Punto de quedada en Cáceres)
Me hicieron esperar sus 10 minutos. Llegaron tarde, como siempre. Odio la gente impuntual. Me parece que es una falta de respeto si no hay motivos para retrasarse. Ellas se salvan por ser mis dos mejores amigas, a los demás les montaría un pollo.
Mery es también mi mejor amiga, pero ella es diferente. La conocí gracias a Lucía. Es una persona adorable, enamoradiza, despreocupada, extrovertida y enormemente despistada.
Sinceramente, creo que esas cosas son la que la hacen imprevisible, cosa que me encanta.
Siempre llama la atención por lo pálida que es. Pero sin duda ella es bella como ninguna.
(Jaime Murray es la más parecida que encontré a ella. Trabajó en Dexter. Muy buena la serie.)
Ella cambia de decisión en tres segundos y suele ser siempre para bien. Siempre me desconcierta. Y lo que más me gusta de ella es que habla un montón, casi imparable. Imposible aburrirse con ella. No habla tonterías, ella sabe de muchas cosas.
Cada vez que salgo con ella por ahí, nos pasa siempre algo o alguna aventura extraña y surrealista. Un día íbamos de viaje a Barcelona con ella al volante, y no me preguntes como, pero acabamos en Valencia y no nos arrepentimos.
Tardamos en decidir el sitio el cual íbamos a estar. Elegimos ir al Aquelarre.
En la puerta nos encontramos con los de siempre, los que suelen salir a la plaza.
Me sentía observada.
(Cuadro de Gabriela Rachmil http://gabrielarachmil.blogspot.com/ )
Los amigos de Alberto estaban por allí, pero él no parece estar.
Hoy las miradas de los chicos eran diferentes.
Todos sabían que acababa de romper con Alberto y me sentía como un caramelo en un recreo.
Los que se habían oprimido durante tantos años en decirme que les gustaba estaban pendientes a más no poder de saber en que bar iba a estar para aprovechar la mínima oportunidad. Lo sabía. Conocía esas miradas de perros babosos. Ya no tengo perro guardián. Ninguno de ellos llamaría mi atención ni hoy ni nunca. Demasiado tiempo viéndolos como amigos.
Allí en el Aquelarre, las tres nos pedimos algo y comenzamos a bailar.
(Que más quisiera el Aquelarre servir copas así.)
La mayoría del local nos miraba por que bailábamos como locas y llamando la atención. Siempre nos dio igual que pensaran de nosotras.
Algunos que otros chicos se acercaron a invitarnos a algo.
Yo pasé de las invitaciones de varios insistentes y pesados que querían que bebiera.
Tenía que conducir y no quería confusiones. Si aceptas las copas de los desconocidos siempre da a la confusión.
No había nadie que me pareciera interesante, atractivo o que quisiera otra cosa que no fuera sexo. Cuando quieren eso veo como sus movimientos son bruscos a la vez que precipitados. No saben disimular.
No me apetecía liarme con ningún chico del bar. Todos me parecían iguales. Siempre las mismas caras.
Las luces oscuras provocaban aún más aquella sensación de estar observada todo el rato por desconocidos.
Las chicas nos miraban con cara de mala ostia. Se creerían que queríamos provocar a sus “machos ibéricos”. Todos para ellas.
Nosotras solo nos queríamos divertir.
Con Lucía me lo estaba pasando pipa inventándonos pasos de baile y haciéndonos fotos con los chicos que se acercaban a conocernos.
Era divertido hacerles pensar que podían llegar esa noche a nuestra cama con facilidad. Sinceramente era superdivertido ir de calienta pollas. Nunca antes lo había experimentado. Pero todo en su justa medida, claro. No soy ninguna guarra.
Lucía y yo nos reíamos mucho a la vez que bailábamos y sentíamos que nadie nos podría joder aquella noche.
Mery decidió irse con un chico alto, moreno, con estupenda sonrisa, guapo y bien vestido. Muy de su estilo. Supuestamente iba enseñarle su casa. Ella es así de rápida cuando le gusta uno.
Ella seguro que se quedará pillada por él en cuanto se acueste con él. Siempre le pasa.
Lucía y yo decidimos irnos a mi casa y jugar a la play tomándonos unas copas.
Ya estaba harta de todo aquel rollo de no beber. Hoy lo necesitaba para celebrarlo. La mala intuición que había tenido antes de salir de casa no había dado resultado. Todo estaba bien.
Hacía mucho tiempo que no me sentía así. Hacía mucho tiempo que no echaba de menos a Alberto aunque fuera por unas horas. También hacía mucho que no salía así un sábado, en este plan de mujer soltera.
A él no le hubiera gustado que yo hubiera salido de noche con las amigas.
Supuestamente para Alberto, yo soy demasiado: llamativa, guapa, provocativa y adorable.
No le creí nunca, aunque siempre me es fácil convencer a los hombres de cualquier cosa y las mujeres me miran como una rival. Se tranquilizaban al saber que llevaba tanto tiempo con Alberto.
Alberto siempre estaba vigilante como un perro los sábados.
Para él, todos los hombres me miraban como un caramelo. Tonterías de chicos celosos.
Yo me sabía cuidar solita y ahora sé que me puedo cuidar solita. Aunque me sigan mirando como un caramelo.
De repente me sentí impaciente. Mi pie inquieto no paraba. Traté de disimular, pero sabia que nada bueno iba a pasar. No me gustaba nada eso. No sabía si eran cosas mías.
Lucía notó que no me sentía cómoda. Salimos de el bar nos fuimos deprisa hacia el Saxo a seguir la fiesta y dejarnos de tonterías en el bar. Allí estaba mi sorpresa y horror.
(La cara fue incluso peor que esta)
Puta en la hora que dije que no pasaba nada. Mi pobre Saxo tenía en la parte derecha trasera un bollo gigante y considerable el cual no estaba antes ni por asomo. Una hostia muy considerable. Me costaría mucho dinero arreglarlo. No parecía difícil pensar que parecía un golpe intencionado.
Lucía y yo nos quedamos boquiabiertas.
Pensamos en que podía ser una venganza de Alberto.
Un minuto de silencio. Mi cabeza en blanco. Mis manos temblando.
Lucía me sujetó.
(Sensación de vacío en el interior)
La pobre no sabía ni que decirme. Me acerqué lentamente al coche.
Se nos quitó de la cabeza lo de Alberto cuando me acerqué y vi en el parabrisas enganchado un posit amarillo:
“Losiento mucho, tuve un problema y golpeé tu coche de manera desmesurada, por lo que no dudes llamarme en cuanto puedas para arreglarlo. Pregunta por Clara.”
Debajo ponía un número de teléfono.
Nos montamos silenciosamente en el coche. ¿Quién sería Clara? La muy hija de puta me ha jodido la noche. La rabia me recorría todo el cuerpo de arribabajo. Algo me quemaba en mi interior. Quería llorar. Lucía no se atrevió a decirme nada en todo el trayecto a mi casa. Solo me miraba con cara de alucinada porque sabía que si yo abría la boca, mi voz estaría rota y con las lágrimas a punto de salir.
No estaba triste por el coche, sino fue como si de repente me cayera un piano encima. Todo esto significaba el culmen de mi mala suerte y se me había juntado con recordar a Alberto. Me sentía de repente muy sola.
-Carmen, siempre me tendrás a mi. -Me dijo Lucía antes de bajar del coche agarrando mi mano.
Respire bien hondo, me puse a llorar y le di un gran abrazo, nos bajamos del coche y seguimos con nuestro plan de sábado noche.
Aunque yo acabé desahogándome las penas en alcohol y contándoselo todo a Lucía.
Ella reconstruyó el puzzle de mi jarrón roto.
Lo consiguió pegar con superglue.
No paró hasta verme sonreír.
Las dos acabamos muy borrachas y nos quedamos dormidas en el sofá.
Mañana descubriré quien es Clara y se va a cagar.
Muxas gracias por todos aquellos que dedican su tiempo a saber más de Carmen.
Este va por Inma q me está animando¡¡¡ :D .
Una frase con la que resolver todo: PIM PAM TOMA LACASITOS. JJAAJAJAJA¡¡¡
Sonreir, asi estareis más guapos.
Mañana Carmen tendrá un día duro.
martes, 27 de abril de 2010
Carmen cambio radical by Elena Flores Márquez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.
Based on a work at carmencambioradical.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://carmencambioradical.blogspot.com/.
2.Con lo tranquilita que yo estaba...
Lucía. Que decir de ella... Es una estupenda persona que no desea el mal a nadie. Ella tiene ese concepto de vive la vida. Ella dice: quiero esto, y al día siguiente lo tiene.
Todas sus metas las consigue.
Ella es muy fuerte y la admiro. Sobre todo desde el día que murió su madre. Sin duda fue el día más triste de nuestras vidas.
Cuesta creer como cambió con ese día todo nuestro mundo de un día para otro. A las dos nos costó mucho aceptar la muerte de una persona tan querida, tan buena y tan joven. Aprendimos que la vida tiene un principio y un FIN.
Parece que siempre intentamos olvidar lo de que tiene fin, pero es algo que recordar todos los días. Es por eso que yo ya no pienso en el mañana tanto como antes. No se si habrá mañana y eso en cierta manera me hace feliz. Creo en la muerte como en un DESCANSO ETERNO. Se que hay un FINAL y que mi vida puede o debe tener un FIN. Es ley de vida.
Dejando el tema TABÚ de la muerte, os diré que Lucía dice lo que piensa sin tapujos. Le da igual que duela la verdad.
Es muy leal. Divertida. No expresa excesivamente sus emociones, como yo. También es tranquila y sabe como imponer. De ahí que sea policía.
Aparte de eso, si nos referimos a su físico ella es como diría mi madre: toda una belleza española.
Es el CLON de Mónica Cruz.
Yo desde que es policía la veo así:
Su pelo es castaño con rizos. Sus ojos son negros y grandes. Su piel es bronceada .Y tiene cuerpo envidiable. Será por eso que ella a salido con muchos chicos, los cuales no eran siempre de mi agrado, pero ella por fin a asentado esa cabecita loca que con un chico muy formal. No me pega para nada con ella.
Lucía y yo hemos crecido al mismo tiempo aunque yo sea dos años menor que ella.
Hemos ido juntas por primera vez a una discoteca, hemos fumado nuestro primer cigarrillo juntas, el primer botellón…
(Para recordaros que se acerca el Womad, aunque esto no tiene nada que ver con la historia)
Nos lo contamos todo.
Creo que a veces me fio más de ella que de mi misma. Ella me hace ver las cosas que yo no soy capaz de ver cuando me pongo cabezona.
Cosas por el estilo nos han unido toda una vida , tanto que yo ya no pienso en ella como una amiga, sino en como si ella fuera mi familia.
No nos parecemos en nada o en casi nada. Por no hablar de la forma de ser y de expresarnos. Utilizamos un mismo vocabulario el cual la RAE no aceptaría nunca. Tenemos nuestras propias coñas y nuestra propia manera de hablar. Somos muy guasonas y nos gusta reírnos de todo.
Si no fuera por ella no se que sería de mí. Estos días despues de la ruptura han sido horribles.
Más de un día la he llamado llorando y ella enseguida a venido a cuidarme.
En mi interior sigue el jarrón roto y ella me ayuda a recoger los trozos.
Ella es mucho extrovertida que yo, y le gustan los sitios con mucha gente y fiesta.
Descolgé el móvil aunque ya sabía que me quería convencer para que saliera.
No estoy de humor y trataré de disimularlo, aunque sea imposible.
- ¿Qué pasa? ¿Qué tal estas guapa?-dije sin mucho ánimo.
- Me acaban de decir que no ibas a salir. ¿Otro día sin salir? Carmen, no te puedes pasar todo el día encerrada en casa. Más días no. Sal. -dijo casi obligándome.
- ¿Que sea sábado significa que este obligada a salir de casa?
- No, pero sabes perfectamente que es un buen día para ligar y hacer cosas interesantes...- termina con un tono de guasona que espera mi reacción.
- ¿ Y quién te ha dicho a ti que yo quiera ligar?-dije indignada. No estaba de humor.
- Deja de contestarme con preguntas- me dijo en un tono irritado y suplicante- llevas unos días que pareces un fantasma, y supongo que si lo has dejado con Alberto es porque buscas algo mejor. Estando en casa no vas a conocer nada nuevo. Es por tu bien y por tu futuro, Carmen.
La muy capulla me ha dado donde más duele.
- Bueno, supongo que con ese razonamiento no me dejas otra opción… que hacer lo que dices. ¿Quedamos en el bombo a las 11.30?-Dije resignada a que Lucía siempre consiguiera lo que quisiera.
- Me parece estupendo! Ya sabes, ponte bien guapa. - me dijo entre risas muy contenta y llena de ilusión.
- Nos vemos allí, besos amor.
- Adiós
Vale... Lo ha conseguido, voy a salir hoy, que me apetece menos que nada, para ir luego a la madrila o a la plaza.
Todavía hay detalles de mi vida los cuales no he contado.
Vivo en casa de mis padres.
Mi hermana al conseguir su oposición en el ayuntamiento de Cáceres, ya ha conseguido el suficiente dinero como para irse a vivir con su novio.
Con ella siempre será una especie de relación amor odio. Nuestro odio nunca ha llegado al punto de querer matarnos y cosas así como las que salen en televisión. Nuestra relación es muy buena en realidad, pero no se lo cuento todo. Siempre se acaba metiendo en todo. Es muy metepatas.
Siempre hemos tenido los mismos gustos y tenemos nuestras propias tonterías, y quizás nos llevamos bien porque tampoco nos llevamos tantos años entre nosotras.
Ella también se caracteriza en mi vida por ser en parte como una madre. Siempre se comportó como tal.
Mi madre es ama de casa, felizmente casada con mi padre que está jubilado.
Mi padre es de estas personas adictas al trabajo, siempre ha sido así.
Les quiero un montón y les debo mucho a ellos por hacer que yo sea como soy.
Últimamente vivo casi siempre sola en casa.
Mis padres se pasan el día en la casita de campo, o directamente están de viaje en lugares magníficos los cuales yo les recomiendo.
No me importaría estar aquí ahora con una cerveza fresquita tomando el sol.
Estoy feliz de la ciudad en la que vivo. Aquí no hay bolera, ni grandes centros comerciales, ni un gran hospital , ni edificios como los de Madrid… pero es acogedora. Si llevas aquí unos cuantos años caerás en la cuenta que es un pueblo y que fácilmente nos conocemos los unos a los otros, aunque sea de vista.
He mencionado antes los sitios de marcha los cuales iba a salir, que son la madrila y la plaza.
La madrila es un conjunto de bares ,que son mini discotecas (comparadas con las que iba en Londres no se si llegan a discotecas), las cuales suelen estar llenos de niños de diversas edades y de maduros... muy maduros. Cada vez me sorprende más el salir por ahí y darme cuenta que con 24 años que tengo, hay bares en los que me puedo sentir vieja, muy joven o rodeada por niñas pijas de 17 años las cuales en vez de llevar minifaldas llevan cinturones largos. No dejan nada a la imaginación. Solo las veo menear el culo y kilos de pote en la cara para parecer más mayores o bellas.
Odio a esta panda de borregos que hay ahora por "juventud".
Los chicos ya no saben lo que es conquistar a una mujer. Solo las miran babeantes desde la barra inmóviles con sus copas esperando un milagro (el que ellas acaben más borrachas que ellos para acostarse juntos). Simplemente es triste.
Os digo: FRANCO HA MUERTO Y EL ROMANTICISMO TAMBIÉN.
Ya no hay cortejo, ni ostias, ni pollas. Te gusta, me gusta, nos gustamos, nos liamos y follamos. Cada día somos más animales.
La plaza es algo mejor, pues la plaza tiene algo que la hace mas elegante, sin duda las preciosas vistas que deja la parte antigua bajo una noche de estrellas.
Considero que es el mayor regalo que nos ha podido dejar el tiempo a esta pequeña ciudad de 80.000 habitantes.
Supongo que cuando no eres de aquí te da más impresión verla.
Pero hay un problema, no por ser mas bonita y elegante deja de tener mas críos por todas partes, pero es soportable.
Eso no quita que me pase el día de fiesta en cuanto puedo con mis amigos. Tengo mis bares santuario en donde me puedes ver rezando a Baco, dios del vino. Aparte de eso también soy fan del botellón.
Aún salgo con amigos míos que siguen en la universidad o las amigas del instituto.
Me pongo a mirar el tuenti. Intento parar de pensar en si quito o no del Tuenti a Alberto como amigo. Quitarle no iba a servir de nada, pero quizás es algo que representa que ya no está en mi vida (de cierta manera espiritual).
Escucho mis canciones favoritas que no hablan de amor y se me antoja ver una peli. Pulp Fiction nunca me canso de verla.
Cuando me quiero dar cuenta tengo el tiempo que se me hecha encima y ni he cenado.
Me da por mirar mi armario y volvemos directamente al problema de siempre: ¿Qué me pongo?
Odio los tacones y me apetecía arreglarme.
Me gustan estos (son dioses), pero imagínate con estos puestos por Cánovas. Muerte asegurada y tortura en bandeja.
La mayoría de mi ropa es una mezcla de estilo hippie, surfero, skate... Nada convencional. Creía que esto iba a cambiar con el tiempo, pero no puedo evitarlo, es un estilo muy arraigado a mi.
Estas pequeñas cosas me encantan... Mi obsesión por las zapatillas y camisetas raras... Ya os sorprenderé¡¡¡
Así es que decidí ir al armario de mi hermana que tiene mil vestidos que aún no a llevado todos a su nueva casa.
Me puse uno negro ajustado y con escote. Unos cuantos collares le darían el toque especial.
Unos botines planos me salvarían la vida esa noche.
Me maquillé poco.
Yo tengo muy claro que quien me quiera y a quien le guste, tiene que aceptar la realidad. No voy maquillada a todas horas. No considero que me haga falta maquillaje para ir guapa. Quien me quiera me va a tener que querer con mis cosas buenas y con mis cosas malas. Si no le gusto a alguien sin maquillar, ya no te quiero contar recién levantada.
Cogí las llaves del coche, bolso y mi abrigo. Salí corriendo hacia el Saxo, mi coche.
La noche acaba de comenzar y no estoy muy convencida de que las cosas vayan a salir bien. ¡Puta intuición de los cojones!.
Muchas gracias a todos aquellos que se molestaron ayer en leer el comienzo de la historia de Carmen. Ella está pasando ahora por momentos difíciles.
Si os gusta la historia no dudeis en comentar y en recomendarlo a vuestros amigos y amigas.
Dentro de unas semanas podréis votar y decidir que creéis que va a pasar en la vida de Carmen.
Me pensaré si hay sorteos para quien acierte y cosas así.
Losientooooo por las faltas xD (pocas veces aprobé Lengua a la primera)
Gracias a los que me comentaron y me dieron ánimos. Se os quiere. :D
Que tengáis un buen día.
Mañana más.
Marta... este te lo dedico a tí por pedirme más por teléfono¡¡¡ ajajajja
Todas sus metas las consigue.
Ella es muy fuerte y la admiro. Sobre todo desde el día que murió su madre. Sin duda fue el día más triste de nuestras vidas.
Cuesta creer como cambió con ese día todo nuestro mundo de un día para otro. A las dos nos costó mucho aceptar la muerte de una persona tan querida, tan buena y tan joven. Aprendimos que la vida tiene un principio y un FIN.
Parece que siempre intentamos olvidar lo de que tiene fin, pero es algo que recordar todos los días. Es por eso que yo ya no pienso en el mañana tanto como antes. No se si habrá mañana y eso en cierta manera me hace feliz. Creo en la muerte como en un DESCANSO ETERNO. Se que hay un FINAL y que mi vida puede o debe tener un FIN. Es ley de vida.
Dejando el tema TABÚ de la muerte, os diré que Lucía dice lo que piensa sin tapujos. Le da igual que duela la verdad.
Es muy leal. Divertida. No expresa excesivamente sus emociones, como yo. También es tranquila y sabe como imponer. De ahí que sea policía.
Aparte de eso, si nos referimos a su físico ella es como diría mi madre: toda una belleza española.
Es el CLON de Mónica Cruz.
Yo desde que es policía la veo así:
Su pelo es castaño con rizos. Sus ojos son negros y grandes. Su piel es bronceada .Y tiene cuerpo envidiable. Será por eso que ella a salido con muchos chicos, los cuales no eran siempre de mi agrado, pero ella por fin a asentado esa cabecita loca que con un chico muy formal. No me pega para nada con ella.
Lucía y yo hemos crecido al mismo tiempo aunque yo sea dos años menor que ella.
Hemos ido juntas por primera vez a una discoteca, hemos fumado nuestro primer cigarrillo juntas, el primer botellón…
(Para recordaros que se acerca el Womad, aunque esto no tiene nada que ver con la historia)
Nos lo contamos todo.
Creo que a veces me fio más de ella que de mi misma. Ella me hace ver las cosas que yo no soy capaz de ver cuando me pongo cabezona.
Cosas por el estilo nos han unido toda una vida , tanto que yo ya no pienso en ella como una amiga, sino en como si ella fuera mi familia.
No nos parecemos en nada o en casi nada. Por no hablar de la forma de ser y de expresarnos. Utilizamos un mismo vocabulario el cual la RAE no aceptaría nunca. Tenemos nuestras propias coñas y nuestra propia manera de hablar. Somos muy guasonas y nos gusta reírnos de todo.
Si no fuera por ella no se que sería de mí. Estos días despues de la ruptura han sido horribles.
Más de un día la he llamado llorando y ella enseguida a venido a cuidarme.
En mi interior sigue el jarrón roto y ella me ayuda a recoger los trozos.
Ella es mucho extrovertida que yo, y le gustan los sitios con mucha gente y fiesta.
Descolgé el móvil aunque ya sabía que me quería convencer para que saliera.
No estoy de humor y trataré de disimularlo, aunque sea imposible.
- ¿Qué pasa? ¿Qué tal estas guapa?-dije sin mucho ánimo.
- Me acaban de decir que no ibas a salir. ¿Otro día sin salir? Carmen, no te puedes pasar todo el día encerrada en casa. Más días no. Sal. -dijo casi obligándome.
- ¿Que sea sábado significa que este obligada a salir de casa?
- No, pero sabes perfectamente que es un buen día para ligar y hacer cosas interesantes...- termina con un tono de guasona que espera mi reacción.
- ¿ Y quién te ha dicho a ti que yo quiera ligar?-dije indignada. No estaba de humor.
- Deja de contestarme con preguntas- me dijo en un tono irritado y suplicante- llevas unos días que pareces un fantasma, y supongo que si lo has dejado con Alberto es porque buscas algo mejor. Estando en casa no vas a conocer nada nuevo. Es por tu bien y por tu futuro, Carmen.
La muy capulla me ha dado donde más duele.
- Bueno, supongo que con ese razonamiento no me dejas otra opción… que hacer lo que dices. ¿Quedamos en el bombo a las 11.30?-Dije resignada a que Lucía siempre consiguiera lo que quisiera.
- Me parece estupendo! Ya sabes, ponte bien guapa. - me dijo entre risas muy contenta y llena de ilusión.
- Nos vemos allí, besos amor.
- Adiós
Vale... Lo ha conseguido, voy a salir hoy, que me apetece menos que nada, para ir luego a la madrila o a la plaza.
Todavía hay detalles de mi vida los cuales no he contado.
Vivo en casa de mis padres.
Mi hermana al conseguir su oposición en el ayuntamiento de Cáceres, ya ha conseguido el suficiente dinero como para irse a vivir con su novio.
Con ella siempre será una especie de relación amor odio. Nuestro odio nunca ha llegado al punto de querer matarnos y cosas así como las que salen en televisión. Nuestra relación es muy buena en realidad, pero no se lo cuento todo. Siempre se acaba metiendo en todo. Es muy metepatas.
Siempre hemos tenido los mismos gustos y tenemos nuestras propias tonterías, y quizás nos llevamos bien porque tampoco nos llevamos tantos años entre nosotras.
Ella también se caracteriza en mi vida por ser en parte como una madre. Siempre se comportó como tal.
Mi madre es ama de casa, felizmente casada con mi padre que está jubilado.
Mi padre es de estas personas adictas al trabajo, siempre ha sido así.
Les quiero un montón y les debo mucho a ellos por hacer que yo sea como soy.
Últimamente vivo casi siempre sola en casa.
Mis padres se pasan el día en la casita de campo, o directamente están de viaje en lugares magníficos los cuales yo les recomiendo.
No me importaría estar aquí ahora con una cerveza fresquita tomando el sol.
Estoy feliz de la ciudad en la que vivo. Aquí no hay bolera, ni grandes centros comerciales, ni un gran hospital , ni edificios como los de Madrid… pero es acogedora. Si llevas aquí unos cuantos años caerás en la cuenta que es un pueblo y que fácilmente nos conocemos los unos a los otros, aunque sea de vista.
He mencionado antes los sitios de marcha los cuales iba a salir, que son la madrila y la plaza.
La madrila es un conjunto de bares ,que son mini discotecas (comparadas con las que iba en Londres no se si llegan a discotecas), las cuales suelen estar llenos de niños de diversas edades y de maduros... muy maduros. Cada vez me sorprende más el salir por ahí y darme cuenta que con 24 años que tengo, hay bares en los que me puedo sentir vieja, muy joven o rodeada por niñas pijas de 17 años las cuales en vez de llevar minifaldas llevan cinturones largos. No dejan nada a la imaginación. Solo las veo menear el culo y kilos de pote en la cara para parecer más mayores o bellas.
Odio a esta panda de borregos que hay ahora por "juventud".
Los chicos ya no saben lo que es conquistar a una mujer. Solo las miran babeantes desde la barra inmóviles con sus copas esperando un milagro (el que ellas acaben más borrachas que ellos para acostarse juntos). Simplemente es triste.
Os digo: FRANCO HA MUERTO Y EL ROMANTICISMO TAMBIÉN.
Ya no hay cortejo, ni ostias, ni pollas. Te gusta, me gusta, nos gustamos, nos liamos y follamos. Cada día somos más animales.
La plaza es algo mejor, pues la plaza tiene algo que la hace mas elegante, sin duda las preciosas vistas que deja la parte antigua bajo una noche de estrellas.
Considero que es el mayor regalo que nos ha podido dejar el tiempo a esta pequeña ciudad de 80.000 habitantes.
Supongo que cuando no eres de aquí te da más impresión verla.
Pero hay un problema, no por ser mas bonita y elegante deja de tener mas críos por todas partes, pero es soportable.
Eso no quita que me pase el día de fiesta en cuanto puedo con mis amigos. Tengo mis bares santuario en donde me puedes ver rezando a Baco, dios del vino. Aparte de eso también soy fan del botellón.
Aún salgo con amigos míos que siguen en la universidad o las amigas del instituto.
Me pongo a mirar el tuenti. Intento parar de pensar en si quito o no del Tuenti a Alberto como amigo. Quitarle no iba a servir de nada, pero quizás es algo que representa que ya no está en mi vida (de cierta manera espiritual).
Escucho mis canciones favoritas que no hablan de amor y se me antoja ver una peli. Pulp Fiction nunca me canso de verla.
Cuando me quiero dar cuenta tengo el tiempo que se me hecha encima y ni he cenado.
Me da por mirar mi armario y volvemos directamente al problema de siempre: ¿Qué me pongo?
Odio los tacones y me apetecía arreglarme.
Me gustan estos (son dioses), pero imagínate con estos puestos por Cánovas. Muerte asegurada y tortura en bandeja.
La mayoría de mi ropa es una mezcla de estilo hippie, surfero, skate... Nada convencional. Creía que esto iba a cambiar con el tiempo, pero no puedo evitarlo, es un estilo muy arraigado a mi.
Estas pequeñas cosas me encantan... Mi obsesión por las zapatillas y camisetas raras... Ya os sorprenderé¡¡¡
Así es que decidí ir al armario de mi hermana que tiene mil vestidos que aún no a llevado todos a su nueva casa.
Me puse uno negro ajustado y con escote. Unos cuantos collares le darían el toque especial.
Unos botines planos me salvarían la vida esa noche.
Me maquillé poco.
Yo tengo muy claro que quien me quiera y a quien le guste, tiene que aceptar la realidad. No voy maquillada a todas horas. No considero que me haga falta maquillaje para ir guapa. Quien me quiera me va a tener que querer con mis cosas buenas y con mis cosas malas. Si no le gusto a alguien sin maquillar, ya no te quiero contar recién levantada.
Cogí las llaves del coche, bolso y mi abrigo. Salí corriendo hacia el Saxo, mi coche.
La noche acaba de comenzar y no estoy muy convencida de que las cosas vayan a salir bien. ¡Puta intuición de los cojones!.
Muchas gracias a todos aquellos que se molestaron ayer en leer el comienzo de la historia de Carmen. Ella está pasando ahora por momentos difíciles.
Si os gusta la historia no dudeis en comentar y en recomendarlo a vuestros amigos y amigas.
Dentro de unas semanas podréis votar y decidir que creéis que va a pasar en la vida de Carmen.
Me pensaré si hay sorteos para quien acierte y cosas así.
Losientooooo por las faltas xD (pocas veces aprobé Lengua a la primera)
Gracias a los que me comentaron y me dieron ánimos. Se os quiere. :D
Que tengáis un buen día.
Mañana más.
Marta... este te lo dedico a tí por pedirme más por teléfono¡¡¡ ajajajja
1.Me siento como el culo xq lo hice como el culo.
El color gris inundaba el cielo.
Me sentía cansada y perezosa, era uno de estos días en los que miraba por la ventana y no tenia ganas de salir.
La suerte y el ánimo estos últimos días no me había acompañado para nada. He roto con mi novio, con el que llevaba unos siete años.
Me siento como si hubiera tirado un edificio en mi interior. Era necesario romper para mí y para mi incertidumbre de si lo he hecho bien o lo he hecho mal. Si me equivoco solo me quedará arrepentirme. No se si aún me arrepiento. Solo se que me siento muy mal. Me siento a ratos sola y a otros me siento muy fuerte.
He adelgazado un montón. He perdido casi el apetito por todo.
Voy de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, como una rutina constante, pero no sirve para nada. Todo me recuerda a él.
Todo está lleno de sus cosas. Todas las calles me traen recuerdos. Las canciones de la radio me enferman.
Las personas que me encuentro por la calle me preguntan por él y no se muy bien que decirles. Todas las conversaciones acaban convirtiéndose incómodas.
En realidad las cosas con el iban bien (quien dice bien dice monótonamente bien), pero la relación poco a poco se había desgastado. Ya no era el amor de los primeros días, aquel en el que todo te parece maravilloso y en que el se convierte en tu planeta y siempre estas alrededor de él, como si fueras su satélite. Eso desapareció y poco a poco desapareció mi necesidad de estar con él.
Simplemente pensabas que él era la persona más interesante del planeta y necesitabas saberlo todo de él. Pero claro, como todo, todo tiene un final y nada es eterno y nadie es tan interesante como para no sorprenderme todos los días…
Me gusta tanto observar los movimientos de los demás , que siempre llega el punto en que no me hace ni falta que una persona me hable para saber que me va a decir o que piensa hacer. La gente me acaba aburriendo.
Quizás es difícil de explicar esa sensación, pero me viene siempre a la cabeza como si fuera una intuición. Saber que van a hacer los demás es una cosa que a veces es muy buena y a veces mala. Suelo acertar mas veces las cosas malas que van a pasar, muchísimas mas veces que las cosas buenas.
Para colmo, esa intuición nunca llega a la altura de solo saber que van a hacer los demás, sino a veces me dice que va a pasar dentro de un tiempo. A veces me acojona a mí misma.
Creo que es precisamente por esa habilidad por lo que lo dejé con él. Estoy convencida de que esa intuición me llevó a dejarle, porque creo y estoy casi convencida, que por mucho que le eche de menos, sé que algo me espera. Algo mas allá de esta ciudad , algo mas allá de lo que ahora mismo pueda imaginar. Por lo menos es lo que quiero pensar.
Quizás por eso no me ha costado dejarle después de tanto tiempo. Bueno, si me ha costado, pero no tanto como llegué a imaginar que me iba a costar, aunque eso no me quita el peso de encima de saber que él a mi me quiere y que me sienta como si hubiera traicionado una parte de mí.
Por mucho que pase todo esto yo aún le quiero porque es parte de mi vida. Lo ha sido casi siempre. No se deja de querer a una persona de un día para otro.
Traicioné a esa parte de mí, que se veía felizmente casada con esa persona.
Feliz, acompañada con su familia a la cual quería y rodeada de los amigos los cuales ha querido durante toda su vida. Bonita imagen de futuro que ahora ya no existe en mis planes.
Mis verdaderos amigos y amigas son los que han sido siempre. Los que han hecho que algunas veces mi vida parezca una película cuyo titulo sea la típica frase de roquero de: sexo, drogas y rock n roll.
He asumido que esa épocas rebeldes ya están pasadas, y que cada vez mi vida se parece mas a el modelo de persona que se espera que toda persona llegue a ser. Aún soy joven y todo lo que quieras, pero ahora mismo no tengo ni ánimo ni fuerzas para seguir siendo la misma loca de siempre.
La gente siempre quería estar cerca de mí por lo feliz que yo aparentaba ser. Aparentaba, esa es la palabra. Llevo mucho tiempo comiéndome la cabeza por las noches y apenas conseguía dormir. Una pregunta siempre estaba en mi cabeza… Si lo tengo todo, ¿Porqué no soy feliz del todo? La insatisfacción rodeaba mi ser y yo intentaba ser feliz aparentando serlo. Un día me cansé y hablé con él.
Tenía una rutina de vida.
Mi familia tiene una idea del tipo de persona que yo debería de ser.
Soy una chica joven que acaba de terminar la carrera de turismo (elegida por intuición) . Una vez que conseguí acabar la carrera en cuatro años, y gracias a un enchufe (a veces tan necesarios), estoy trabajando actualmente en una agencia turística por el centro de Cáceres.
No voy a negar que no me guste mi trabajo, por que en realidad lo adoro. Me encanta viajar y gracias al puesto que tengo, de vez en cuando me toca ir por ciudades de todo el mundo a hacer un estudio sobre los hoteles lujosos a los que en un futuro irán mis clientes. He ido por muchísimos sitios de Europa. He estado incluso de erasmus un año en Londres con Alberto.
Si, su nombre es Alberto. Oír o pensar su nombre me tortura y hace que un hormigueo de rabia recorra mi interior. Me doy la vuelta y trato de pensar en otra cosa.
Hace poco, estos planes de tener trabajo y novio era una satisfacción para toda mi familia, pero desde que deje a Alberto, toda la familia esta preocupada por que no saben que espero precisamente de la vida.
Hasta hace unos días yo lo tenia todo y era “feliz” , y sin embargo ahora me dicen que parece que estoy todo el día en una nube, que estoy loca , que no paro de dar vueltas y que parece que siempre estoy alerta esperando que pase algo, algo que quizás nunca pase. No sé si me siento muy bien o me siento muy mal.
Yo no iba a ser la tonta que se iba a quedar con la duda de saber si era verdad que me esperaba algo grande y no era al lado Alberto. Eso decía mi intuición.
Sé que a la primera proposición loca que me hagan, voy a aceptar. Yo quiero ser la viejita de las películas , aquella que contará a sus hijos, familia o amigos mil historias y les ayudará a superar problemas, y convencer a los demás que no siempre hay que hacer lo que esperan los demás que hagas con tu vida.
En estos momentos creo que es lo único que tengo claro, que quería ser libre de ataduras y que no por estar sola y soltera, no podía ser feliz.
Pero claro… una vez que coges y pones la tele, lees revistas, ves películas... es realmente desesperante. No hay un modelo de mujer independiente que pueda ser feliz y soltera.
Tuve suerte y una llamada me evadió totalmente de mis pensamientos. Ella era mi amiga de la infancia, me estaba llamando Lucía.
Esta es la primera entrega, por decirlo de alguna manera, de lo que llevo escrito. Publicaré de vez en cuando para que tengáis tiempo a leer con trankilidad.
Si alguien quiere comentarme algo... PUES A COMENTAR. Espero que os guste y LOSIENTO P0R LAS FALTAS¡¡¡¡
Me sentía cansada y perezosa, era uno de estos días en los que miraba por la ventana y no tenia ganas de salir.
La suerte y el ánimo estos últimos días no me había acompañado para nada. He roto con mi novio, con el que llevaba unos siete años.
Me siento como si hubiera tirado un edificio en mi interior. Era necesario romper para mí y para mi incertidumbre de si lo he hecho bien o lo he hecho mal. Si me equivoco solo me quedará arrepentirme. No se si aún me arrepiento. Solo se que me siento muy mal. Me siento a ratos sola y a otros me siento muy fuerte.
He adelgazado un montón. He perdido casi el apetito por todo.
Voy de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, como una rutina constante, pero no sirve para nada. Todo me recuerda a él.
Todo está lleno de sus cosas. Todas las calles me traen recuerdos. Las canciones de la radio me enferman.
Las personas que me encuentro por la calle me preguntan por él y no se muy bien que decirles. Todas las conversaciones acaban convirtiéndose incómodas.
En realidad las cosas con el iban bien (quien dice bien dice monótonamente bien), pero la relación poco a poco se había desgastado. Ya no era el amor de los primeros días, aquel en el que todo te parece maravilloso y en que el se convierte en tu planeta y siempre estas alrededor de él, como si fueras su satélite. Eso desapareció y poco a poco desapareció mi necesidad de estar con él.
Simplemente pensabas que él era la persona más interesante del planeta y necesitabas saberlo todo de él. Pero claro, como todo, todo tiene un final y nada es eterno y nadie es tan interesante como para no sorprenderme todos los días…
Me gusta tanto observar los movimientos de los demás , que siempre llega el punto en que no me hace ni falta que una persona me hable para saber que me va a decir o que piensa hacer. La gente me acaba aburriendo.
Quizás es difícil de explicar esa sensación, pero me viene siempre a la cabeza como si fuera una intuición. Saber que van a hacer los demás es una cosa que a veces es muy buena y a veces mala. Suelo acertar mas veces las cosas malas que van a pasar, muchísimas mas veces que las cosas buenas.
Para colmo, esa intuición nunca llega a la altura de solo saber que van a hacer los demás, sino a veces me dice que va a pasar dentro de un tiempo. A veces me acojona a mí misma.
Creo que es precisamente por esa habilidad por lo que lo dejé con él. Estoy convencida de que esa intuición me llevó a dejarle, porque creo y estoy casi convencida, que por mucho que le eche de menos, sé que algo me espera. Algo mas allá de esta ciudad , algo mas allá de lo que ahora mismo pueda imaginar. Por lo menos es lo que quiero pensar.
Quizás por eso no me ha costado dejarle después de tanto tiempo. Bueno, si me ha costado, pero no tanto como llegué a imaginar que me iba a costar, aunque eso no me quita el peso de encima de saber que él a mi me quiere y que me sienta como si hubiera traicionado una parte de mí.
Por mucho que pase todo esto yo aún le quiero porque es parte de mi vida. Lo ha sido casi siempre. No se deja de querer a una persona de un día para otro.
Traicioné a esa parte de mí, que se veía felizmente casada con esa persona.
Feliz, acompañada con su familia a la cual quería y rodeada de los amigos los cuales ha querido durante toda su vida. Bonita imagen de futuro que ahora ya no existe en mis planes.
Mis verdaderos amigos y amigas son los que han sido siempre. Los que han hecho que algunas veces mi vida parezca una película cuyo titulo sea la típica frase de roquero de: sexo, drogas y rock n roll.
He asumido que esa épocas rebeldes ya están pasadas, y que cada vez mi vida se parece mas a el modelo de persona que se espera que toda persona llegue a ser. Aún soy joven y todo lo que quieras, pero ahora mismo no tengo ni ánimo ni fuerzas para seguir siendo la misma loca de siempre.
La gente siempre quería estar cerca de mí por lo feliz que yo aparentaba ser. Aparentaba, esa es la palabra. Llevo mucho tiempo comiéndome la cabeza por las noches y apenas conseguía dormir. Una pregunta siempre estaba en mi cabeza… Si lo tengo todo, ¿Porqué no soy feliz del todo? La insatisfacción rodeaba mi ser y yo intentaba ser feliz aparentando serlo. Un día me cansé y hablé con él.
Tenía una rutina de vida.
Mi familia tiene una idea del tipo de persona que yo debería de ser.
Soy una chica joven que acaba de terminar la carrera de turismo (elegida por intuición) . Una vez que conseguí acabar la carrera en cuatro años, y gracias a un enchufe (a veces tan necesarios), estoy trabajando actualmente en una agencia turística por el centro de Cáceres.
No voy a negar que no me guste mi trabajo, por que en realidad lo adoro. Me encanta viajar y gracias al puesto que tengo, de vez en cuando me toca ir por ciudades de todo el mundo a hacer un estudio sobre los hoteles lujosos a los que en un futuro irán mis clientes. He ido por muchísimos sitios de Europa. He estado incluso de erasmus un año en Londres con Alberto.
Si, su nombre es Alberto. Oír o pensar su nombre me tortura y hace que un hormigueo de rabia recorra mi interior. Me doy la vuelta y trato de pensar en otra cosa.
Hace poco, estos planes de tener trabajo y novio era una satisfacción para toda mi familia, pero desde que deje a Alberto, toda la familia esta preocupada por que no saben que espero precisamente de la vida.
Hasta hace unos días yo lo tenia todo y era “feliz” , y sin embargo ahora me dicen que parece que estoy todo el día en una nube, que estoy loca , que no paro de dar vueltas y que parece que siempre estoy alerta esperando que pase algo, algo que quizás nunca pase. No sé si me siento muy bien o me siento muy mal.
Yo no iba a ser la tonta que se iba a quedar con la duda de saber si era verdad que me esperaba algo grande y no era al lado Alberto. Eso decía mi intuición.
Sé que a la primera proposición loca que me hagan, voy a aceptar. Yo quiero ser la viejita de las películas , aquella que contará a sus hijos, familia o amigos mil historias y les ayudará a superar problemas, y convencer a los demás que no siempre hay que hacer lo que esperan los demás que hagas con tu vida.
En estos momentos creo que es lo único que tengo claro, que quería ser libre de ataduras y que no por estar sola y soltera, no podía ser feliz.
Pero claro… una vez que coges y pones la tele, lees revistas, ves películas... es realmente desesperante. No hay un modelo de mujer independiente que pueda ser feliz y soltera.
Tuve suerte y una llamada me evadió totalmente de mis pensamientos. Ella era mi amiga de la infancia, me estaba llamando Lucía.
Esta es la primera entrega, por decirlo de alguna manera, de lo que llevo escrito. Publicaré de vez en cuando para que tengáis tiempo a leer con trankilidad.
Si alguien quiere comentarme algo... PUES A COMENTAR. Espero que os guste y LOSIENTO P0R LAS FALTAS¡¡¡¡
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