Gracias por leerlo :D

¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.


Seguidores

jueves, 29 de abril de 2010

4. Clara Segovia Smith.

Cuando me levanté, todo estaba patas arriba.
Me dolía el cuerpo de dormir en el sofá.
Una botella vacía y el cenicero mas lleno de lo que debería.
Al frotarme los ojos me di cuenta que no me había desmaquillado. Sensación asquerosa en las pestañas.
El olor que deja el alcohol y el tabaco no podía ser más desagradable.
Sensación pastosa en la boca, muy desagradable.


(Entiendo perfectamente el motivo de esta canción casi todos los domingos)





Miré el sofá y allí seguía Lucía echa una bola en el sofá de al lado.
En mi cabeza estaba ligeramente el bombo del manolo.



Me di una ducha urgente. Cuando acabé de asearme parecía una persona nueva.


Me bebí mucha agua y comencé a comer tostadas.
Arreglé la casa poco a poco. Sería imposible colocarla entera.
Soy un desastre.
Soy muy desordenada.
Lucía seguía dormida en el sofá, por lo que le preparé el desayuno a la hora de comer.
Ella se arregló y llamo a su chico para quedar.
Las dos nos reíamos mirando las fotos de ayer y bebíamos agua sin parar.
Creo que pocas veces nos habíamos emborrachado tanto como ayer.
Nos preguntábamos que había sido de Mery y su ligue de ayer.
Después de comer el chico de Lucía la vino a buscar sobre las seis y me volví a quedar sola.
Era un día soleado y caí en la cuenta que seguramente si yo siguiera con Alberto estaría con él, en mi café favorito y luego daría un paseo con él agarraditos de la mano.
Quizás estaríamos en su casa. Quién sabe...
Estaba desconcertada.
Tenía ganas de coger el móvil, llamarle y suplicar hasta que me diera otra oportunidad. Recordé entonces que no podía ser así.
Debía de ser fuerte y asumir lo que había hecho. Debería de aprender a vivir sola.

Sola, SOla, SOLa SOLA...
Que asco de palabra.

¿El tiempo cura las heridas? ¿Enserio que se puede curar siete años de rutinas?
Yo no podía permitir que tuviera que admitir que prefería la rutina con él, antes que esperar a lo que estaba esperando.
Decidí hacer la colada por estar ocupada y me acorde de mi pobre Saxo.
¿Cómo no lo había recordado antes? La hostia que tenía era muy considerable, pero que mucho.
Pedazo de golpe que le habían dado ayer. Fui decidida a llamar a esa tal Clara. Si hacía falta descargaría mi rabia con ella. Se lo merecía.
Tampoco tenía nada mejor que hacer.

(Necesitaba descargar mi ira)




Sonaron dos toques antes de que nadie cogiera el teléfono.
-¿Si, dígame?
Escuche una voz. Era la de una persona mayor. Era una voz delicada.
-Hola, ¿usted es Clara?-dije mostrando furia.
-Si, soy yo, ¿en que puedo ayudarle?-dijo muy amable.
En este poco tiempo y en pocas palabras, saqué también la conclusión que no era de aquí y que tenía un acento extranjero, quizás de Londres. Me sorprendió lo educada que era, porque yo seguramente no hubiera contestado así al número desconocido que le habló como yo la acababa de hablar.. La gente suele descolgar de mala manera.
-Mire, me llamo Carmen y soy dueña de un Saxo verde. -dije cabreándome más a cada palabra. -Estaba aparcado cerca del centro…
-No hace falta que diga usted más, Carmen. Si no es mucha molestia, ¿ podría venir usted a mi despacho y rellenamos los papeles del seguro?.-Dijo ella con total pasividad. Sin gritar. Como si pasara de mí y de mi mala leche o no le diera importancia.
-Bueno...- No tenía nada que hacer . Necesitaba que lo arreglaran.- Esta bien, ¿Dónde quedamos?
-Quedamos en la calle Antonio Hurtado, al lado de una agencia turística. ¿Cuanto tiempo tardará en llegar?
-Pues...-¿Justo teníamos que quedar en la puerta de mi trabajo? Casualidades de la vida.-Estaré allí en veinte minutos.
-Allí le espero, hasta luego.


(Me quedé flipando ¿Dónde estaba mi ira?. Esto es de BOBOBO. Buenísima esa serie y los ataques del pelo nasal. xDDDD)



Me había desconcertado totalmente. ¿Acababa de quedar con la desconocida así sin más? Pero si ni si quiera se que persona tengo que buscar cuando esté allí.
No arreglé nada más de la casa. Como llegaran mis padres antes que yo me iban a matar por tener así la casa.

(Espero no tener así nunca mi casa, pero si he sentido el CAOS de esta foto)




Al bajar volví a mirar el saxo. Que dolor de golpe. ¿Qué pasaría para que esa mujer lo golpeara así? No era normal.
La verdad es que no sabía bien que esperarme cuando llegué.
Creo que mi cara de sorpresa no me la quitaría de la cara por mas que quisiera.
En mi cabeza estaba buscando una guiri cuando llegué a la agencia. Pero no fue así. Para nada parecía una guiri. Parecía una famosa.
Allí me encontré con una mujer delgada y esbelta de metro ochenta. Tendría unos 45 años. El pelo largo color caoba y unos preciosos ojos verdes.
Nunca me habían llamado tanto la atención los ojos de alguien antes.
Era una mujer guapa, preciosa y elegante.


(Iba a dejarlo a vuestra imaginación, pero la ví a ella y dije...WAUU¡¡¡¡ Marcia Cross¡¡)




Casi intimidante. De expresión serena que tenía una sonrisa despreocupada en la cara.
Me esperaba con un atuendo un poco extraño, pues llevaba un chaquetón de pelo y unas deportivas verdes, por lo que pensé que se había puesto el primer abrigo que había visto para bajar de su casa.

Me parecía aun asi que desprendía elegancia y delicadeza.
¿Cómo es posible cuando lleva unas pintas que llamarían la atención a kilómetros?
Sus ojos me habían conseguido hipnotizar al ser de un verde muy intenso. Los más bonitos que había visto en muchísimo tiempo.
Me acerqué despacio. Me sonrió.
Creo que ella tampoco esperaba encontrarse conmigo. Por la expresión de su cara dudo que le hubiera causado mala impresión.
-Tu eres Carmen, ¿no?-dijo tranquila con esa sonrisa serena.
-Y tu eres Clara.-Con una voz tan débil y suave que no parecía ni la mía.
 Encantada- me extendió la mano para que la estrechara, (cosa que estando en España no me parecía lógico), le devolví el gesto.-Bueno, vamos a subir a mi despacho que esta aquí justo encima. Antes de que digas nada lamento lo que pasó ayer con tu coche. Por un error me llamaron al móvil diciendo que mi hijo había tenido un accidente de avión y estaba muerto, por lo que me puse nerviosa… pero bueno , vamos a darnos prisa que aquí hace un frío que pela.- me dijo ella.
Yo no sabía ni como reaccionar.
¿Qué cojones…?
Hablaba nerviosa y preocupada de lo del coche como si fuera suyo. Estaba esperando que le gritara o le echara la bronca. Sabía que se lo merecía.
Estaba más preocupada que yo.
Más bien yo lo estaba flipando al mirarla.
Yo era casi incapaz de hablar.
Se supone que después de que abollara mi coche debería de estar enfadada, pero es que después de lo que me había contado con cara de angustia, era imposible enfadarse.
Si me pongo en su situación , creo que yo habría causado una catástrofe muchísimo mas grande que abollar el primer coche que viera.
¿Qué su hijo supuestamente había muerto en un accidente de avión?
Aparte, puedo pensar que tuve suerte al no toparme con el cabrón de turno que coje, te hace el bollo y sale pitando de donde sea.
Me limité a seguirla. Justo eran dos portales mas allá de donde yo trabajaba.
-Me suena tu cara como si te viera todos los días.- Me dijo en el ascensor observándome detenidamente de arriba abajo.
Me sorprendió que yo le hubiera llamado la atención antes.
¿Cómo no me iba a haber visto si trabajaba justo al lado de su despacho, y mi mesa de trabajo se veía desde la calle ?
Aunque fuera de perfil yo me hubiera quedado con su cara de haberla visto antes.
Era como sentirse intimidada por una mujer tan elegante y tan bella y que a pesar de los años, me tenía totalmente desconcertada.
Sin duda ella no era el estilo de guiri que yo andaba buscando.
Su perfume supe que era de los caros.
Sus muñecas llevaban extrañas joyas.
Sus uñas estaban perfectamente cuidadas.
Las dos nos estábamos sometiendo a un examen sin darnos cuenta.
- Si, es que trabajo justo en donde hemos quedado. Casualidades de la vida supongo.
- ¿Te gusta tu trabajo?-dijo sin venir a cuento.
- No esta mal. Tal y como están las cosas no me puedo quejar.
- Seguro que elegiste esa carrera por que te gusta viajar. Seguro que no lo haces con la frecuencia que te gustaría, ¿me equivoco?
Me quede pensando, era como si supiera precisamente la razón que me llevo a elegir esa carrera.
En realidad tenía la sensación de que aquella mujer tan extraña quería algo más de mí. Quería saber algo de mí. Era como si ya me conociera de antes.
Me trataba como si fuera así.
- Pues no se equivoca para nada. Pero casi nunca nadie consigue hacer lo que quiere.
Me conformo con tener trabajo, no me puedo quejar de no viajar tanto como quisiera.

Me contesto con una gran sonrisa que se reía de lo que había dicho yo, la cual me hizo a mi también sonreir. ¿De qué me reía ?
No había dicho nada gracioso y me había hecho sonreír.

-Eres muy joven para ponerte esa barreras, ¿lo sabes?

Justo en ese momento llegamos al piso, nos dirigimos a la puerta y me quedé como una gilipollas parada delante de la plaquita:

Clara Segovia Smith
Sexóloga.


¿Qué coño...?

(JAJAJAJAJJA¡¡¡¡¡¡)





Pequeños lectores y lectoras, tendréis que esperar hasta mañana para saber más de Clara Segovia¡¡¡¡

DISCULPEN LAS FALTAS (NO TNGO TANTO TIEMPO COMO XA CORREGIR¡¡)

Por cierto, cualquier parececido con la realidad es PURA CASUALIDAD.
Yo soy Elena. Ella es Carmen.

POR FIN ES VIERNEEEES¡¡ FIN DE SEMANA¡¡¡

Aquí va algo que sí es cierto q lleva así dos días. A mi también me pasan cosas muuuuuy raras: XQ COJONES HAY UN "CAMPAMENTO" (estan con una tienda casera de plástico) GITANO AL LADO DE LA ESTACIÓN DE AUTOBUSES Q S INSULTAN A VOCES???

No todo en este mundo es de color de rosa, que se le va a hacer.


SONRÍAN que no tienen que dormir en una tienda hecha con plástico.
No se quejen tanto.

Hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario