Gracias por leerlo :D

¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.


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sábado, 1 de mayo de 2010

5. Como una señorita.

Ella se dio cuenta de mi reacción.
Me vio allí parada delante de su puerta, flipando absolutamente como una gilipollas.
¿Pero que te sueles esperar cuando te dicen que vamos a tu despacho?.
Creo que de todo menos una sexóloga.
Pocas veces había oído hablar a alguien que ejerciera esa profesión.
Más bien porque siempre es un TABÚ.
Algo que el hombre y la mujer buscan es un TABÚ.
Algo que mantiene viva una relación es un TABÚ.
Nadie se atreve a decir muy alto eso de: SEXO.



Ni si quiera decirlo tres veces seguidas delante de tus padres...
Siempre que Lucía y yo hablábamos por la calle de sexo, la gente que ponía la oreja tenía dos reacciones: pasárselo pipa o nos miraban como aquellas que éramos ninfomanas.
La segunda reacción suele pertenecer a las mujeres mayores, que se creen unas santas.
Como si ellas no hubieran roto un plato...JÁ¡¡¡

-¿Qué pasa, que te parezco muy mayor como para trabajar de Sexóloga, o te molesta, o estás incómoda…?-Dijo como mirándome como si fuera un perro verde. Estaba en actitud defensiva.
Tuve que improvisar una respuesta bien rápido. No quería que me tomara como una pava. Tampoco quería que quedara forzado. Simplemente no me lo esperaba.
-Aparte de ser la primera sexóloga que conozco. Cuando te referiste a despacho me creía que eras abogada o algo así...
Ella soltó una gran carcajada.
-¿En serio que pones esa cara porque soy la primera sexóloga que conoces? ¿Porqué tengo pinta de abogada? ¿No será que crees que te voy a preguntar por tu vida sexual?
Puse cara de molesta, pues eso no se me había pasado por la cabeza en ningún momento. Dudo que hablar del tema me incomodara.
No me incomodaría ni teniendo en cuenta que desde que lo dejé con Alberto no había hecho nada de nada.
-Yo que sepa ahora no estás trabajando. Si quieres discutir sobre algún tema sobre sexo estaré dispuesta a debatir. Dudo que me preguntes por mi vida privada de buenas a primeras sin conocerme.
A ella le gustó mi respuesta. Lo supe por su movimiento afirmativo con la cabeza.
Yo no me iba a dejar intimidar por semejante tontería.
-Pues pasa, siéntete como en tu casa. -me dijo a la vez que hizo un movimiento con la mano a modo de invitación.
Atravesé la gruesa puerta de madera.
Había una pequeña entrada y a la primera puerta a la derecha un despacho muy grande. Todo decorado con mucho estilo. Se había esmerado mucho en decorarlo.
Parecía de las revistas que mi hermana compró cuando tocó decorar su casa. Había sofás de cuero, esculturas, alfombras, buenas vistas…
Lo que realmente me sorprendió fue mirar las estanterías. Esas estanterías eran únicas. Me acerqué a ver lo que había expuesto en ellas aprovechando que estaba sola en el despacho.
Una colección de un montón de colgantes que simbolizaban lugares del mundo: gorros mejicanos, zapatos de sevillanas, un cruasán...
Habría unas 70 piezas.
No me quería ni imaginar cuanto dinero tenía que valer toda esa cantidad de piezas de colección ni la cantidad de ellos que había.
¿Tanto sueldo se ganaba con ese trabajo?
Ella me ofreció cogerme el abrigo.
Ella también se quitó ese abrigo de pelo.
Era un chándal negro que se ajustaba a su cuerpo. No me había equivocado cuando la vi. Ella tenía un cuerpo envidiable.
- ¿Te gusta mi colección de colgantes?
-Es fascinante- le dije mientras seguía mirando todos y cada uno de los colgantes.
Ella me dejó que los mirara detenidamente.
Paré en cuanto me di cuenta que me llevaba como cinco minutos mirándolos con ella observándome como los veía.
Era impresionante.
Aquella colección era digna de un museo.
Me ofreció sentarme en un sofá granate de cuero. Imposible negarse, pues aun estaba un poco cansada de la noche de ayer.
No tenía pensado quedarme mucho tiempo, pero ella había desatado mi curiosidad. Quería saber más de ella.
Preguntó si yo quería algo de beber, pero antes que yo contestara me dijo:
-Por favor, acepta una taza de te. Soy de Londres y aquí parece que nadie toma té. Ya se que no es la hora, pero tengo unos dulces que seguro que te gustan.
Totalmente lo consiguió. Sería una buena excusa para quedarme allí.



(Esas bolitas son bombones... QUE GANAS DE UNO)




Cuando me quise dar cuenta, estaba yo sentada con ella en el sofá tomando el té con unos dulces con todo tipo de formas y sabores. Éran tan bonitas que me daba pena hasta comérmelas.
Estaba sin darme cuenta en casa de una desconocida, tan tranquila como si estuviera en el sofá de mi casa.
Clara conseguía transmitir tranquilidad y serenidad. Su sonrisa en la cara era constante.
-Muchas gracias por aceptar.-dijo sentándose a mi lado.
Tenia tantas preguntas en la cabeza por hacerle a Clara que no sabía ni por donde empezar.
¿Qué le empiezas a preguntar a una desconocida como aquella?
-Tu no has elegido mi carrera y por lo que veo, has viajado mucho.-le dije recordando los colgantes.
-La vida da muchas vueltas. A mí me a tocado viajar por todo el mundo hasta encontrar lo que iba buscando.-Hizo una pausa y tomo un sorbo. Siguió contándome. -Y por fin hace no mas de diez años, lo encontré. No sabes hasta el punto que me enamoré de esta ciudad y de sus paisajes, al igual que Extremadura y de España. No se si fue sus gentes o sus paisajes. Me enamoré de los paseos por la parte antigua. Te deberías sentir orgullosa de donde eres.
Me quede pensando tratando de sentirme identificada. A mí Cáceres no me parece gran cosa. Dudo que me lo llegue a parecer. Menos cuando veo París, Berlín, Barcelona…cualquier otra ciudad.
-Si , supongo que es un buen lugar. Creo que es depende de lo que estés buscando. A mi me encanta, pero noto que me hace falta algo que esta ciudad no tiene…
Me sorprendí a mi misma con mi respuesta. Era un poco delatadora. Se supone que no debería de contarle mis tonterías a una desconocida .
Ella me puso la mano en el hombro.
-Como ya te he dicho, la vida da muchas vueltas y quizás encuentres antes de lo que piensas lo que buscas. Yo vine a Cáceres por que una amiga mía había fallecido en un accidente cerca de camino a Mérida. Las cosas no se planean, solo surgen porque sí. La vida es caprichosa. Si no dime tu misma, ¿que hacemos aquí las dos juntas en mi despacho? En realidad es porque creí que mi hijo había muerto y por no a sido así… Imagínate que día tuve ayer. -dijo con su sonrisa incrédula. Una sonrisa agradecida al destino.
Me quedé sorprendida.
Me dijo la verdad, en realidad esta mujer ayer no había tenido su mejor día.
La vida si había sido caprichosa.
Si no hubiera sido por eso, ahora mismo no estaríamos aquí las dos sentadas.
Yo estaría en mi casa lamentándome patéticamente por lo de Alberto.
No había sido consciente hasta ahora de la cantidad de cosas que nos pasan a las personas paralelamente. Mientras a unos les pasan alegrías grandes a otros les esperan desgracias.
Un círculo constante de la vida.
Entonces lo pensé… ¿Pero yo no había venido a arreglar lo de mi coche y estoy aquí como una señorita tomando el té?





Comenzó el findeeee¡¡
Gracias a los que siguen leyendo.
Mañana más.
(Tengo tanto sueño que estoy que no parezco ni persona, x lo q hoy no estoy como para currármelo xD)
HOY: SABADO, SABADETE¡¡¡
Puede que sea un día muy largo :D
Espero que sea un día muy largo Y MUY BUENO.
Que alguien me recuerde que tengo que dejar de jugar al mus en la facultad... ¿Quién me lo iba a decir? jajajajaj.
SOnreir, hoy puede ser un día muy graaaaande¡¡¡
(J.Fresita hoy va x tí)

LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR.

OS ESPERAN MUUUUCHAS SORPRESAS

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