-Si crees que meter la pata es un poder entonces soy una superheroína.
- ¿Te puedo ofrecer un plan… a cambio de los embutidos?
¿Me habla de los embutidos de mi maleta?
Justo cuando me preguntó eso yo estaba dando un sorbo de agua y al reírme casi se me sale por la nariz.
Por suerte volví a mi ser.
¡Joder! ¿Cuándo pienso parar? A este paso…
-Lo siento por asustarte todo el tiempo. Claro que si, los embutidos son tuyos.
-Pues entonces palomitas y dibujos animados… Si te gustan claro.
Me miraba casi suplicando que me gustaran.
-¿Estas de coña? ¡Adoro los dibujos animados!
-Es que siempre quiero verlos y nunca tengo tiempo de estar en casa.
Su rostro estaba iluminado de felicidad.
Parecía como si le acabaran de hacer el mejor de los regalos.
Eso consiguió enternecerme un poco. ¿Tanto significaría para él?
Me parecía mentira, yo si tuviera esta casa tendría claro que el mundo tendría que venir a mí y no yo al mundo, es decir, que no me sacarían de aquí ni con agua caliente.
-¿Es complicado ser tú?- le dije con voz muy bajita.
Me comía la curiosidad pero no quería que se sintiera incómodo.
Entonces se quedó pensativo mirando el suelo.
-Quizás más de lo que parece. Me paso todo el día viajando, de hotel en hotel, de promociones, de sesiones fotográficas, de fiestas, de citas, haciendo castings, desfiles, deporte, colaboraciones… Llevo varios años sin parar y creo que ya es hora de tomarme un descanso. Tampoco tengo mucho tiempo para ver a mi familia ni a mis amigos de siempre.-Me miró a los ojos.- Me parece curioso que no me hayas preguntado nada de mi trabajo… Creo que es la primera persona que conozco que intenta evitar el tema. Me reconociste al verme, ¿no?
En ese momento yo creía que me iba a atragantar con el último bocado.
Yo que huyo de mi casa y él que está deseando volver. Para que luego digan que en este mundo no hay de todo.
-Sería difícil no haberte reconocido, estás en todos lados. No eres dios, pero si abro una revista, cualquiera, seguro que apareces. Si pongo la televisión quizás estas anunciando una colonia o cosas por el estilo… Hay muchas más cosas de las que se pueden hablar aparte del trabajo. ¿No decías que estabas de vacaciones? Lo mejor será no pensar en él.
Entonces empezó a sonar el móvil de él.
Primero miró la pantalla y puso cara de fastidio. No lo cogió, le colgó.
Yo le miré con cara de desconcierto, pero no me dijo nada.
Pasaron tres segundos y volvieron a llamar.
Él ya soltó una sonrisita de incrédulo y apagó el móvil.
Y es aquí cuando yo ya me empiezo a comer el tarro... ¿Será la modelo la que le está llamando? ¿Por muy amable que él esté siendo conmigo, será él un cabrón? ¿Estará él actuando conmigo?
Entonces el me miró como si no hubiera pasado nada.
-Me gusta tu actitud…¿Mi madre no te había dicho nada o si?
-Nada de nada. Y ya hablé con ella antes de que debería haberlo dicho.
-Qué raro… Yo creí que si lo sabias porque mi madre habla de mi por ahí. Seguro que si no te lo dijo sería por algo… Ya has terminado, ¿Vamos a tu habitación y hacemos el intercambio? -Dijo mientras se levantaba.
-Vale, pero espérate que voy a recoger esto.
De repente entró en la cocina Margarita casi corriendo.
¿De dónde coño ha salido esta mujer?
-Ni se le ocurra, usted es una señorita y esa labor es mía.- dijo riñéndome.
-Pero si no me cuesta nada…-dije toda cortada.
-Hagan lo que quieran hacer, pero eso lo hago yo.
Me quitó entonces el plato de las manos y comenzó a recoger las cosas.
-Yo que tu haría caso a Margarita, no la querrías ver enfadada… -me dijo David en un susurro a la vez que salíamos de la cocina .
No me lo podía de creer, solo con ese susurro había conseguido ponerme los pelos de punta.
Yo iba siguiendole hasta que llegamos a mi habitación. La cama ya estaba hecha.
Allí estaba la maleta y empecé a sacar todos los embutidos.
-Cualquiera que te abriera la maleta ha tenido que quedarse loco.
-Ya ves, parece que he atracado la charcutería.
-¿Este es el portátil que te regaló mi madre?
-Si.
-Pues déjamelo y te voy apuntando las instrucciones. No tendrás ni idea de los botones que vas a ver por todos lados y así te escribo la dirección de la cocina. Solo si tú quieres…
-Por mí perfecto.
Entonces él cogió el portátil y se puso manos a la obra.
Mientras me acerqué a la ventana a mirar los mini cochecitos amarillos que se veían por todas partes.
Vi mi bolso y al abrirlo encontré algo de lo que no me acordaba: la bolsa de golosinas que Alberto me había comprado para el viaje.
Pasaría mucho tiempo antes de volver a ver una de las bolsas de chucherías del Sánchez Cortés.
Los regalices me sabían a pura victoria.
¿Quién me diría que me acabaría comiendo esta bolsa con estas vistas de la ciudad y teniendo en mi cama nueva a David?
-Oye, ¿has llamado a Charles?-Me dijo David un poco preocupado.
Me puse a pensar… ¿Por qué tenía yo que llamar a Charles? Ese era el estilista amigo de Clara que conocí en Cáceres el día que me corté el pelo.
-¿Y para que tengo que llamarle?-dije sin entender nada.
-No me lo puedo de creer… ¿No has abierto el armario? Tienes ahí ropa, pero para parar un tren.
Me puse a mirar hacia todos los lados.
Pues si ni si quiera se donde está.
A bueno, dentro de la habitación había una de las puertas la cual yo no había abierto. Supongo que será esa.
-¿Qué me dices?¿Cómo que hay ropa para parar un tren?
-Si bueno, incluso me ha traído problemas tu armario… Bueno, o algo así.
-¿Problemas?
No entiendo nada.
-Si, Charles te ha conseguido ropa, vestidos y bolsos exclusivos. Eres su nueva musa. Aquí él es muy conocido y es posible que lo vieras en algunas revistas. La chica que has visto esta mañana, cuando me desperté no estaba en mi habitación y al buscarla la he pillado intentando quitar uno de los bolsos y la he echado de casa. Bueno, ella se llama Jennifer…
Yo me estaba quedando de piedra.
¿Qué por eso la tía me había metido un empujón nada mas verme?
¿Dónde coño me he metido? No estoy acostumbrada a la gente tan materialista y dudo que esa no gane el suficiente dinero como para comprarse cualquier bolso que quiera.
Yo a lo mejor ni si quiera era la persona indicada para lucir los modelos que estan ahí dentro como se merecen.
O quizás otras lo aprecien más.
Yo me conformo con unas Vans y unos cuantos vaqueros.
No me gusta eso de ser ostentosa.
No me gusta ir llamando la atención.
-¿Enserio que no piensas abrir el armario? Se te ve incluso asustada. No hay dentro ningún monstruo, no te preocupes. -dijo el con una sonrisa burlona.
Entonces supongo que fue por hacerme la valiente y por gran curiosidad fui directa al armario.
Bueno, mas bien lo tendría que acabar abriendo tarde o temprano.
Torcí el picaporte y fui abriendo la puerta poco a poco.
Metí entonces un grito ahogado.
¿Qué era eso?
Asomé la cabeza.
Era como tres veces el armario de Clara.
Enserio, es como un armario de cinco personas.
Zapatos y más zapatos a un lado.
Abrigos a otro.
Vestidos a otro.
Estantería de sombreros.
Tenía un expositor de gafas de sol y muchas mas cosas.
Me di la vuelta y cerré eso de un portazo.
Si, eso.
Eso que cualquiera hubiera deseado. Lo cerré de un golpe.
Entonces David se levantó enseguida y se puso a mi lado.
Me apartó delicadamente de la puerta y abrió. Volvió a cerrarlo con delicadeza.
-¿Qué le pasa?
-Nada.-Dije con la voz entrecortada.
-¿No te gusta?-Dijo el con cara de desconcierto total.
-No, si ,sí me gusta…
-¿Entonces? ¿No vas a entrar ahí como una loca y probártelo todo como haría cualquier chica?.
Él estaba totalmente desconcertado.
Era como si yo en vez de ser una chica yo fuera un extraterrestre, una friki o peor.
Y es que es verdad, pero es que estoy como en shock.
Todo esta siendo como demasiado para mí.
Una de las cosas que mas te definen la personalidad, es la ropa o la imagen.
¿Sería la misma después de ponerme todas esas cosas cosas?
¿O me acabaría volviendo como una Paris Hilton?
Sería mi peor pesadilla…
Encima, nada de las cosas que hay aquí son mías.
Aunque no lo parezca, es una responsabilidad muy grande estar a la altura de lo que los demas esperan de ti.
En estos momentos es incluso aun peor, porque Clara me ha dado la oportunidad de venir aquí, pero en realidad no tengo ni la menor idea de lo que ella está esperando de mí.
Ella me dijo que me quería dar una oportunidad... ¿Enserio me merezco esta gran oportunidad?
Tanto que: ¿Incluso llegaré a parecer algo que no soy?
graciass. estoy ansiosa por leer mass. un bs
ResponderEliminarGracias a ti :)
ResponderEliminarquiero leer masss chicaa!!
ResponderEliminary gracias por tu comentario, tiens razon la cera es toda mierda XD
Mas... mas... mas...
ResponderEliminarMe refiero a la historia, no sea malpensada.
:)))
Excelente, una vez MAS.
Vale... no me refiero solo a la historia.
;))
Siempre suyo
Un completo gilipollas
jaajajaajaj
ResponderEliminar:)
Les dare a todos más y más
Voy a ponerme ahora al tema...
Y NO SEAS MAL PENSADO,
que me voy a poner, A ESCRIBIR
jajajaja