Gracias por leerlo :D

¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.


Seguidores

viernes, 3 de diciembre de 2010

77. Todo ocurrió por algo que nunca existió.

Apareció una chica que nos vino a traer unos cascos para que no nos molestara el intenso ruido que había allí.
No puede ser.
No puede ser verdad.
¡No puede ser verdad que tenga que montar en helicóptero!
No era ni capaz de dirigirle la palabra a David mientras me llevaba agarrada del brazo al helicóptero una vez me puse los cascos.
Yo solo era capaz de intentar controlar mi mandíbula para que no se cayera de par en par dejandome la boca abierta.
No sabía en esos momentos si me espantaba o me encantaba la idea.
David no me dejaba de mirar con una gran sonrisa de emoción.
Yo al mirarle creía que le daría un beso de la emoción... Tengo que dejar de ver tantas películas. Supe contenerme las ganas.
No iba a fastidiarla en ese momento.
-No te digo nada, porque me has quedado sin palabras.-Le dije como confesión y a voces para que me oyera.
-Pues entonces no hace falta que me digas nada. Tú solo disfrútalo.
David conocía también al piloto del helicóptero.
Mientras despegábamos yo con tenía los nervios agarrados al estómago.
Intentaba parecer tranquila aunque dudo mucho que lo consiguiera.
Me costaba tener que permanecer sentada.
Estuvieron contando que se conocían bastante porque el piloto era uno de los mejores amigos de su hermano Gabriel.
Si David es así… ¿Cómo será su hermano? Creo que ni me lo puedo imaginar y menos ahora.
Yo que tengo miedo a las alturas lo estaba flipando. Sensaciones contradictorias en mi interior.
Las vistas eran impresionantes.
Ellos no paraban de contar chistes, anécdotas graciosas, haciéndome de guía…
Estaba motivadísima echando fotos a todo. Entre foto y foto me quería ir pellizcando.





Fuimos por muchísimos sitios.
La estatua de la libertad era superior desde ese punto de vista, al igual que los edificios, los puentes, el río Hudson, el Empire State, Central Park…
Era totalmente como aparecía en las películas.
Miraba a David y me confirmaba que tenía que ser una película.
Indescriptible. Es para vivirlo.
Desde ahí arriba puedes sentirte insignificante y ver lo inmensa que es la ciudad.
Fue una pena que tuviera que acabar .
David y el piloto hacían que pareciera una fiesta aquello. Ellos no paraban de cantar canciones de Madonna y David le hacía el coro.
No podía parar de reír.
David me miraba y al ver lo feliz que yo estaba notaba como él también lo era.
Se me hizo muy corto, pero en realidad estuvimos bastante tiempo.
Llegó el momento de bajarse al llegar a tierra incluso me puse a pegar saltitos. David se partía de la risa. Casi me caigo con los tacones y por suerte él me agarró a tiempo.
Entramos el ascensor después de evitar todo el revuelo que David causaba entre sus fans, en su mayoría mujeres.
¡Qué agobio de chicas casi llorando de la emoción por verle a él!

-¿Qué nota le das a mi sorpresa?-me dijo.
-¿Cómo que qué nota? ¡Si parece que tengo pegada la sonrisa con pegamento!-dije a punto de volver a saltar.
- Entonces a merecido la pena aunque tuvieras miedo a las alturas…
-Vaya… Intenté actuar por lo del cambio de papeles y todo eso. No sabía que lo había hecho tan mal.-dije aún riéndome y sobre actuando.
-Mal lo que se dice mal, no. El silencio cuando pregunté lo de las alturas fue muy delatador.
-Ya veo, ya. También veo que eres observador.
-No iba a dejar que te pasara nada malo. Hay que serlo y estar bien atento a todo lo que pueda pasar. Ahora espérame dentro de la limusina si ves que hay mucha gente en la entrada y quieren autógrafos. No te quiero hacer esperar. -Dijo a la vez que se ponía las gafas de sol.

Una palangana para mis babas por favor…

-Está bien.-Le contesté a la vez que me miraba en el espejo del ascensor.
Justo le miré a él a través del espejo. Él se bajó las gafas un poco y me guiñó un ojo. Después se las volvió a colocar y se colocó mirando hacia la puerta.
Llegamos a la planta baja.
Había que salir rápido porque el rumor de que David se encontraba en el edificio se había extendido como la pólvora. No se ni cuantas mujeres y hombres había allí mirando todas a todos lados para ver si le veían.
Conseguimos movernos entre la multitud hasta la puerta. Una niña pequeña le agarró del abrigo y le dijo a David que por favor quería una foto con él. Luego ella me miró a mí y dijo que también quería una foto conmigo. Quería una foto de los tres.
¿cómo?
¿Por qué esa niña quería una foto conmigo?
Entonces David me hizo un gesto para que me acercara y allí nos hicimos la foto.
La niña entonces me miró con sus ojitos grandes y azules…
Dijo que yo era muy guapa y que de mayor quería ser como yo.
Yo miré a David incrédula.
Menos mal que esta niña no sabe mi historia. Espero que no quiera ser como yo ni que lo sea.
Yo le respondí con una gran sonrisa y le dije que para ser como yo tendría que estudiar mucho. La madre estaba encantadísima y miraba a David como si fuera un caramelo.
Estábamos rodeados de gente.
David firmó unos cuantos autógrafos más y entramos dentro de la limusina. Yo estaba totalmente con la cabeza ida por lo de la niña.
¿Por qué quería una foto conmigo?
Hay cosas que creo que nunca entenderé.
¿Qué busca la gente qué se quiere hacer fotos con desconocidos?

-Es tu primer día en la calle y ya te piden fotos.-me dijo él intentándole dar emoción al asunto.
-¿Qué se supone que me tengo que sentir importante o algo así?
-Te aseguro que no. Pero es curioso…
-A mi también me lo pareció. Tú ya tienes que estar acostumbrado.
-No, hay cosas a las que uno nunca se acostumbra. A veces cuando tienes un mal día y te apetece estar solo, no te creas que no es una labor tener que sacar la mejor sonrisa y hacer con que estas encantado de que todo el mundo te preste atención. Una cosa es lo que parece y otra es lo que es.
-Tiene que tener sus inconvenientes. Supongo que tampoco tienes mucha vida privada.
-Hay noticias de tu vida las cuales al principio incluso te hacen gracia. A veces ya son cosas surrealistas e imbéciles.
-Es verdad, ¿Cuál ha sido la noticia mas estúpida que han dicho sobre ti?
-Bueno, no hace mucho me ha aparecido un supuesto hijo mío al otro lado del país. A la madre no se quién es y no la he visto en mi vida. Todo eso ya está en manos de mis abogados.
Me quedé riéndome incrédula.
-¿Tiene que ser broma?
-La gente hace lo que sea para conseguir dinero. Incluso perder la dignidad. Y bueno, en realidad he tenido rumores peores, pero ese fue el último. Ahora me estoy preparando para el acoso constante de la prensa…
-¿Cómo que para el acoso?
-Creo que la gente no sabe que Jennifer y yo hemos roto. Cuando se enteren supongo que les parecerá una bomba. Queda nada para que lo sepan…-Lo dijo serio.
Él parecía imaginárselo mientras lo decía. Solo de pensarlo se agobiaba.

Si a mí ya me molestaba que con Alberto todo el mundo me preguntara por él… No me quiero imaginar que hubiera sido un tema más de conversación para las peluquerías del mundo, programas de televisión, círculos de familia, amigos y conocidos…
-Que agobio solo de pensar que los demás pueden estar todo el día preguntándote por lo que menos quieres oír.
-Es el precio de la fama. Pueden hablar bien o mal, pero si quiero conservarla tienen que hablar de mí.
-Estoy empezando a plantearme que ser tú no tiene que ser tan fácil como parece.
- ¿Lo parece? Ya te dije que no lo es. El tiempo te enseña a llevarlo lo mejor posible. Puedo asegurar que también tiene otras muchas cosas buenas.
-¿Cuánto tiempo llevas trabajando? Y lamento ser la única que creo que no sabe casi nada de ti…
Él se rió.
-Pues empecé a los dieciséis haciendo anuncios. ¿Enserio te lamentas de no saber nada de mí?
-No es que me lamente. Nunca me han gustado las revistas del corazón y cosas así, por lo que no te creas que se mucho más de lo que tú me quieras contar.
-Puede ser que te quedes con misterios. Solo para parecerte más interesante…
-¿Parecerme interesante? Lo que tú quieras, es tu vida.
Le chocó bastante mi respuesta y mi falta de insistencia.
¿Estaría acostumbrado a hacerse rogar?
-Yo tampoco se mucho sobre ti. Te puedo asegurar que tú seguro tienes más secretos para mí que yo para ti.
-¿Yo secretos?- y empecé a reír.
¿Enserio él se creé que soy alguien interesante y con mucho que ocultar?
- Si no tienes cuéntame alguno.
Entonces empecé a pensar… ¿Qué le puedo decir yo a David?.
No estoy inspirada y pensaré en cualquier cosa. A ver si cuela.
-Pues es una chorrada, pero llevo intentando dejar de fumar al menos cuatro años.
-Si, la verdad es que podías haberte esforzado un poquito más. Ya que veo que te cuesta... Déjame hacerte una pregunta.
-Espero que no sea muy comprometida…
-No, no te preocupes. No es lo que pretendo. Ese colgante de ambar es muy bonito. Desde que te vi me llamó la atención. ¿De dónde lo has sacado? ¿Es un regalo?
Me quedé mirándole perpleja.
¿De todas las cosas que puede preguntarme, va y me pregunta una que tiene que ver diréctamente con Alberto?
-Digamos que es un regalo especial que me hizo una persona especial.
-¿Con especial te refieres a tu novio?
-No. Me refiero al que lo era.
-¿Y aún llevas algo puesto de él?

No me había planteado el por qué no me había quitado el colgante. Yo mientras hablaba con David, jugaba con el colgante entre mis dedos y lo miraba detenidamente ante la atenta mirada de David, que permanecía sentado delante de mí sin parecer entender nada.
- ¿Qué mas da llevar el objeto de alguien encima si lo que importa es lo que tengo aquí de él?-Le dije a la vez que me señalaba la cabeza.- Los objetos sólo son objetos. Luego está el sentido que tú les das. El colgante es el mismo lo deje en un cajón que lo lleve encima. Esa persona la voy a recordar lleve el colgante encima o no.
-Que razón tienes. Me gusta como piensas.
Paró entonces la limusina en frente del Central park. Él chófer abrió la puerta y salimos.
Es chocante ver como al lado de todos aquellos edificios existe ese gran pulmón de árboles.
-Ahora un paseo para que conozcas el parque más conocido de todo el mundo.-Me dijo imitando a un guía turístico.
-Que ironía cuando se trata de ver el Central Park con uno de los modelos más conocidos de todo el mundo.
Él me miro con una gran sonrisa.
Que guapo es.
-Bueno, por dónde nos habíamos quedado. A si… Ya que no tienes secretos, ¿Puedo hacerte unas cuantas preguntas más?

Podía sentir su curiosidad. Se lo que es estar con esa curiosidad. Como yo con Clara.
-Claro que puedes.
Parecía ilusionado y todo. Se quedó pensativo.
-Creo que tengo tantas preguntas que no se ni por dónde empezar…
-No soy tan interesante.
-Eso lo decidiré yo.-dijo muy convencido.
-Está bien…
-¿Tenías planeado desde antes de conocer a mi madre venir a New York City?
-Buf… Esa es una muy buena pregunta. Con ella te tendría que contar muchas más cosas.
-Soy todo oídos y no tengo prisa. Estoy de vacaciones.
-No, espera. Antes responde tu a otra pregunta. Si estas de vacaciones, ¿Qué haces aquí en esta ciudad? ¿No se supone que tendrías que estar en uno de esos sitios paradisíacos dónde no hace frío?
Comenzó a reirse. Y me miró medio sorprendido.
-Vale que no iba a ir a un sitio paradisiaco pero tampoco tenía pensado estar en esta ciudad.
-¿No? ¿qué pasó?
-Pues todo fue por Jennifer, si no fuera por ella… Es muy posible que no te hubiera conocido nunca.
-¿Pero tú no vives aquí?
-No. Yo vivo en Miami, o por lo menos mi casa está allí. Esta es la casa de mi madre.

La verdad es que no me esperaba otra cosa.

-¿Y que pasó para que vinieras?
-Pues fue algo realmente curioso. Mi madre me dijo hace algún tiempo que quería conocer a Jennifer, por lo que lo más fácil para que la conocieran mis padres era que todos quedáramos en Nueva York y yo la trajera aquí a casa. Entonces pasó una cosa que resulta esencial en la historia, el supuesto accidente del avión de mi hermano…
-¿Si? ¿cómo fue eso? ¡Te puedo asegurar que también es crucial en mi historia!



Continuará...

;)

Espero que queráis saber el motivo de que David esté en la ciudad...

1 comentario:

  1. no es que lo quiera saber es que pe puede la intriga!siempre consigues dejarmela miel en los labios...Geanial como siempre

    ResponderEliminar