-Hola Clara. -Dije mirando a David para que supiera quien era.
A David pareció darle igual. Él me seguía mirando igual que antes.
¿Me habría escuchado?
-Hola cariño. ¿Estás con David? Es que tiene el móvil apagado y le he llamado varias veces…
-Estoy con él comiendo. ¿Quieres que te lo pase?
-No, no hace falta. Me quedo más tranquila. Pregúntale que le pasa con el móvil, que desde ayer lo tiene apagado casi siempre.
Yo ya sabía que él lo tenía apagado para no recibir más llamadas de su exnovia.
Recuerdo que yo también cuando lo dejé con Alberto apagué varios días el móvil.
No quería saber nada de nadie.
Tenía miedo a tener que dar explicaciones una y otra vez sin que nadie pareciera entender nada de cómo me sentía.
Debía de preguntar que decidiría decirle David a su madre.
-Me dice tu madre que porque tienes apagado el móvil.-dije mirándole y haciéndole un gesto indicándole el móvil.
Él me sonrió.
Se dio cuenta que no sabía si me estaba prestando la atención que aquel momento requería.
-Dile que Jennifer no me para de llamar.
-¿Le has oído?
-Si, le he oído. Muchas gracias. Ya he visto las fotos y por lo que veo os llevais bien. No sabía si eso podría llegar a pasar. ¿Tienes alguna queja de él? Y ya que estoy, ¿ sigue saliendo con Jennifer ? Disimula si es que está por ahí David escuchando.
Me comencé a reír.
¿Pretendía que disimulara cuando mi silla estaba al lado de la suya?
Estábamos demasiado cerca como para pretender disimular.
Me daba igual si me oía.
-No, no están. Me da que ya no volverá. Y no tengo ninguna queja por ahora.
-¿Ha pasado algo que yo no sepa? ¿Por qué pareces nerviosa a la vez que no te paras de reír?- me preguntó Clara.
Miré a David que me seguía mirando.
Lo hacía de una manera que pensaba que podría lanzar el móvil lejos y llevarme a David al cuarto de baño sin pensar en las consecuencias.
Cuando estás hablando con su madre… Mejor olvídate de esas cosas.
Acabaré diciendo tonterías.
-Eso ya te lo tendrá que decir él.
Clara no pareció entender nada.
Había salido del apuro de tener que responder con la verdad.
-Por favor dile que aunque le llame Jennifer mil veces que debe encender el móvil.
-Se lo diré.
Al mirarle de nuevo él ya dejó de mirarme.
Miraba con una sonrisa su helado.
-Te aviso de parte de Charles que no hagas planes para mañana. Le vas a acompañar a un desfile.
Espera…
¿Qué?
O_o
-¿Yo? ¿Y que pinto yo ahí en un desfile?.-le dije intentando no parecer escandalizada.
-Tu fíate de Charles. Seguro que te va a encantar. Por cierto, vas preciosa y perfecta.
Menos mal que no me lo creo del todo.
Cómo me lo digan tantas veces me lo voy acabar creyendo…
Cuando me miro al espejo aún me dan ganas de reírme.
-Muchas gracias.
-No tienes que darlas. ¿Te lo estás pasando bien?
-Creo que bien es poco. Hemos visto la ciudad desde helicóptero y ahora estamos comiendo en un restaurante que parece de película.
-Se en donde estás. Es uno de mis restaurantes favoritos.
-No me extraña. Por cierto, ¿Qué tal Jorge y el esguince?-Le dije a la vez que le hice una seña a David.
-Bien. -Se comenzó a reír de una manera traviesa.- Ya me estoy encargando de cuidarlo… La pena es que dentro de poco se pondrá bien.
-¿Te estás aprovechando de él?
-Por supuesto.
Las dos estallamos en carcajadas.
No me esperaba esa respuesta.
David se reía al verme reír.
-Pequeña, cuídame a David.
-Lo haré o lo intentaré.
-Adiós guapa.
-Adiós.
Esta vez cuando colgué me quedé mirando el móvil.
¿No sería mejor que lo pusiera en silencio de una vez?
Cada vez que parecía que había un momento interesante con David mi maldito móvil acababa sonando.
Ni que mi móvil tuviera una maldición.
Voy a ponerlo definitivamente en vibración.
-Como no te des prisa, se te va a derretir el helado. Con todo el tiempo que has pasado admirándolo…-Me dijo David con una sonrisa pícara.
-Lo disfrutaré mientras pueda. Ya te he dicho que no es duradero.
Yo terminé de comerme el helado y David se dedicaba a observar como disfrutaba de él. Cuando terminamos David los cocineros salieron a preguntar que tal nos había parecido el sitio y la comida.
La gente era muy amable pero se notaba que eran demasiado agradables.
David les dijo que le había encantado el postre a la vez que me miró a mí.
Yo me hice la desentendida.
Fuera nos esperaba la limusina.
¿Podría pasar algo después?
Me daba igual.
¿Quién era capaz de reisistirse a la tentación que suponía David Mosley?
A lo mejor era ahora o nunca.
Continuará...
EL AÑO QUE VIENE.
:D
feliz 2011... le deseo mucho fornicio!!!
ResponderEliminaraclaracion: conmigo y en un jacuzzi...
siempre suyo
un completo gilipollas
2011 espera un poco de Carmen y yo también... ;D
ResponderEliminarme gusta mucho el texto y el blog!! x cierto impresionante blair en esa foto de cabecera!
ResponderEliminarechale un vistazo al mio si quieres
http://bels-summerswing.blogspot.com/
besos
:D Graaaacias
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