Gracias por leerlo :D

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jueves, 10 de junio de 2010

39. Llorar de felicidad.

Cuando lo cogí oí un montanazo de gente.
Un tremendo barullo de muchísima gente.
Oí una vocecita de una chica.
El ruido de la gente era tanto que la voz de Lucía era casi irreconocible.
-¿Sí?
-¡Oye! ¡Baja ahora mismo¡… ¡No!…¡mira por el balcón! -dijo a gritos.
Dios santo…
¿Qué cojones está pasando?
Esta vete tú a saber que me ha preparado…
¿No se supone que yo iba a ir directamente al bar?
Abrí el balcón y no me lo podía de creer.
Cuanta gente había allí… ¿treinta, cuarenta o más?
Ellos se dieron cuenta que yo había salido y entonces todos empezaron a gritar mi nombre y a agitar las manos.
No me lo podía de creer.
Eran mis amigos del instituto, los de la universidad, las chicas del colegio, mis compañeras de trabajo, los de mi pandilla…
Incluso habían venido los amigos que tenía en común con Alberto
Miré atentamente por si se encontraba allí, pero no.
Y cuando menos me lo esperaba cogieron y empezaron a abrir una tela que estaba enrollada en la que ponía:
CARMEN TE QUEREMOS Y TE ECHAREMOS DE MENOS .
Creía que me iba a poner a llorar.
Estado de shock.
Todos gritaban mi nombre a coro.
Se me encogía el corazón de la felicidad.
Estaba llorando de la felicidad.
Como las niñas que conocían a su cantante favorito…
Me tapaba la boca, me llevaba las manos a la cabeza…
Todos me gritaban cosas.
-¡Cuando coño pretendes bajar! -Me gritaba Mery imitando a una choni.
-¡Hola a todos!- Grité desde el balcón llorando.
Me sentía como una famosa saludando desde el balcón.
Todo eran gente que quería y con la que había vivido los mejores momentos de mi vida, e incluso los peores.
-¡Que baje, que baje, que baje!-Todos a coro.
Ni me lo pensé dos veces.
Me miré al espejo y me di cuenta que al final no estaba arreglada ni nada.
Llevaba incluso una camiseta de publicidad, pero no podía hacer esperar a toda la gente de abajo.
Coloqué las maletas en la puerta.
Bajé las escaleras corriendo y allí todos empezaron a acercarse a mí a saludarme y a abrazarme.
Solo veía gente a la que quería por lo que todo era perfecto.
Todo eran risas.
Gente cantando y con ganas de fiesta.
Cuando pusimos rumbo al bar me acerqué a Lucía y nos apartamos un poco del resto de la gente.
-Muchísimas gracias, enserio, no me podía imaginar nada de esto.-le dije aún sin creérmelo.
Lo recordaría como uno de los mejores momentos de mi vida.
Estaba que me salía la felicidad por los poros.
Llorar de felicidad…
Preciosa sensación.

-En realidad no ha sido ningún esfuerzo. Todos estaban encantados de venir. Aparte, yo encantada. Tú eres una de mis mejores amigas por no decir la mejor. Me has ayudado en los momentos que más me ha hecho falta. Si no fuera por ti, enserio, a veces no se que sería de mí. Siempre has estado a mi lado cuando te he necesitado. –Dijo a la vez que terminaba la frase mirando al suelo. Suspiró para coger fuerzas.-Te voy a echar muchísimo de menos y quiero que te vayas con el mejor regalo que se te puede hacer. Que recuerdes que aquí estamos tus amigos y que siempre van a estar contigo. Yo por lo menos. Te voy a echar muchísimo de menos. Por que te quiero muchísim. Hagas lo que hagas yo siempre voy a estar a tu lado. Que lo sepas. No te podías ir sin que yo te demostrara la importante que eres para mí.


Esas palabras que vinieron de ella me llegaron como directas al corazón empapándolo de alegría.
Por muchos amigos que tengas, es siempre difícil pensar que alguien haría esas cosas por ti… Lo que sea.
Es difícil que alguien te diga que te quiere y te lo demuestre.
Hay gente que te lo dice por costumbre eso de que te quiere, como aquel que dice hola, pero nosotras no somos así.
Lucía y yo somos amigas de toda la vida, pero no por eso siempre nos hemos dicho lo que sentimos la una por la otra.
Ella en mi vida era esencial.
No sabría ni la mitad de las cosas que las que sé si no fuera por ella.
En realidad pienso que cierta parte de mí está enamorada de ella.
Yo a ella siempre la he admirado.
Ella era siempre la que conseguía lo que quería.
Es difícil de explicar, pero solo tengo que echar la mirada unos años atrás.
Cuando se murió su madre fue una experiencia horrible. Yo la quería también como si fuera mi madre. Ella me estuvo consolando a mí cuando se supone que tenía que ser del revés.
Lucía es muy fuerte y por mucha sensación que pueda dar de cariñosa, a ella también le cuesta mucho expresar sus sentimientos.
Tanto como a mí.
En realidad a todo el mundo le cuesta.
A mi la muerte siempre me ha afectado de manera mas intensa que a los demás, no por que le tenga miedo a la muerte, si no por que odio echar de menos a la gente.
Si no lo dejé antes con Alberto en realidad era porque tenía miedo a echarle de menos. Es por eso precisamente lo que me duele cuando le veo…echarle de menos.
El amor duele, si… pero aún duele más olvidarse del amor que sientes por alguien.
No me refiero a olvidarlo de no volverse a recordar pero es difícil que la herida “cicatrice”.
Cuando pienso en el viaje que me espera me doy cuenta que voy a tener que enfrentar a mi peor miedo: echar de menos todo.
Creo que no está mal enfrentarse a los miedos.
Lo que no nos mata, nos hará más fuerte.
-Vas a conseguir que me ponga a llorar…-dije aguantándome las lágrimas.- Yo también te quiero un montón. Menos mal que yo se que tú te sabes cuidar muy bien solita. O bueno… eso creo.
Nos miramos en silencio.
Le di un abrazo.
-Lo mismo digo. Pero oye, ni se te ocurra ponerte a llorar. -me dijo mientras nos abrazábamos.-Aquí estamos para pasarlo bien y nada de despedidas empalagosas, ¿Vale?.
-Pues claro que no.
Nos cogimos las dos por el brazo y comenzamos a avanzar dando saltitos.
Somos como dos niñas pequeñas.
-Eres lo “mejó“.- le dije.
-Tú si que lo eres.- me dijo Lucía.
Nos volvimos con el resto y por el camino todo eran risas y buenos recuerdos.
Cuando llegamos al bar allí estaba Jordi en la barra.
Todo lleno de tapas, jarras de cerveza, copas...
Comenzamos a beber y a comer.
A contar chistes y a bailar cuando Jordi ponía las canciones que Mery le pedía.
Llegó un momento en el que ya habíamos bebido tanto que mis amigas se pusieron todas a bailar subidas a la barra a lo bar Coyote.
Alguna de mis amigas, algunas a las cuales hacía mucho que no veía no me dejaban de repetir lo bien que se lo estaban pasando.
Alguno con las cervezas de más se aprovechó para no dejar de darme abrazos.
Otros que se acabaron liando.
Por una parte quería que acabara, por otra me daba una pena enorme.
Por más que yo quería estar al cien por cien con todo el mundo me era imposible…
Supe que algo iba a pasar.
Me dio más miedo aún por si se trataba del viaje.
Llevábamos allí unas cuantas horas y como ya todos estaban a su bola decidí salir de allí para que me diera el aire un rato.
Miré un momento hacia atrás y no pude contener una carcajada al ver que Mery ya estaba liándose con otro.
Ella tenía esa facilidad para ligar.
Lo sabía y lo aprovechaba.
A ella también la iba a echar de menos.
Mery y sus locas historias de amor.
Ella es la persona mas enamoradiza que conozco, y por lo tanto es la persona a la que mas veces han roto el corazón.
A ella le gustan los hombres mayores que ella y que sean muy chulos.
Justo lo opuesto de lo que debería, pero en realidad ella sigue soñando con que los chulos lleguen a quererla…
Yo ahora mismo dudo creer en el amor.
Tengo miedo del daño que me haría si las cosas no salen bien.
Aunque sea me quedo vistiendo santos pero tranquila…
A partir de ahora intentaré cultivar mi amor por mi misma que falta me hace.
Todos decimos eso de que a nosotros nos queremos pero en realidad seguimos haciendo cosas masoquistas contra nosotros, como el mirarnos en el espejo y tocarnos la barriga diciendo que nos sobran algunos kilitos.
Deberíamos de querernos porque: SOMOS LO QUE SOMOS.
Salí de allí.
Por culpa de llevar unas cervezas de más, mi pie ( y digo mi pie y no yo, porque parece que no respondía como yo le había indicado) se comió el escalón y casi salgo de cabeza.
Por suerte no me había mirado nadie, o por lo menos eso creo yo… En tal caso de que sí, me daba igual.
Mucho alcohol encima como para preocuparme.
El móvil comenzó a vibrar.

¿Quién puede ser a estas horas?





Miles y miles de gracias a los que lo leéis y comentáis¡¡
Sin vosotros Carmen solo sería una idea y ahora es la vida de Carmen que toma forma en vuestras cabezas queriendo saber un poquito más...
Es tan gratificante que MIL GRACIAS A TODOS¡
Espero que os siga gustando...
xq los que empezasteis desde el principio lleváis 82 páginas¡¡


Como os decía, es una noche muuuuy laaaarga¡¡

3 comentarios:

  1. No solo sigue gustando... sigue encantado (esta entrada especialmente)
    Siga escribiendo, por favor.
    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  2. lo que no mata fuerza te da...y NY volvera a carmen mucho mas fuerte!:D

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  3. menos mal que no descubrí tu blog cuando empezaste a escribirlo porque no puedo leer una entrada solamente, necesito más y más y más, te dejo que voy a descubrir quién llama a Carmen...

    x cierto, cuando puedas pásate por mi blog que tienes un premio!!

    besos

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