Gracias por leerlo :D

¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.


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jueves, 24 de junio de 2010

47. ¿Quién es esa?

-Si, soy yo.-dije con voz bajita y tímida.
¿Cómo sabe mi nombre?
Noté la mirada extrañada del hombrecillo este de arriba abajo.
Seguro que por la cara que me puso se esperaba otra cosa.
Una chica pija seguro.
Desde anoche no me había podido dar ni una ducha, ni cambiarme de ropa, ni peinarme, tendré para colmo unas ojeras impresionantes con el rostro pálido por no haber comido durante horas… En fin, estaré hecha un cuadro de Picasso.
Seguro.
-La señora Clara Segovia llamó hace unas horas avisando de su llegada. Las descripciones que me dio coincidían mas o menos con usted. -dijo tratando de parecer lo más amable posible.
Conmigo no hacía falta que disimulara, y mucho menos después de la cara que me había puesto antes.
Entonces el hombre hizo un amago para coger las maletas y llevarlas dentro, pero yo le paré.
No me hacía falta ayuda de nadie para subir una maleta y el bolso, y me parecía ridículo por muy cansada que estuviera.
Nunca me ha hecho falta nadie para ir a ningún sitio, no lo voy a necesitar ahora.
-Enserio, no se preocupe. Yo llevaré la maleta, gracias.-le dije mientras yo cogía la maleta antes de que se me adelantara.
Entonces el me miró con un gesto raro.
No estaría acostumbrado a que no acepten su ayuda.
-Me permitirá al menos que le abra la puerta, ¿no?- dijo a la vez que abría la puerta.
No me gustó nada el retintín con el que lo dijo.
Pasé.
Wow.
Creo que ni mi casa es tan grande como ese portal lleno de mármol blanco y negro.
Había espejos, flores, sofás de cuero y una escultura preciosa de un cuerpo de mujer…
Todo estaba decorado con un gusto exquisito.
Un sitio iluminado y precioso.
¿Y esto es solo el portal de casa?
Volví a sentirme mareada.
Miré a todos lados rápido y ví donde se encontraba el ascensor.
Entré rápido escaqueándome de las ayudas que el portero me iba a ofrecer.
No disimulé nada eso de que no quería más la compañía de aquel hombre uniformado.
Este seguro que tiene que estar al tanto de todos los cotilleos del edificio.
Cuanto menos supiera de mí, mejor.
Que ascensor mas bonito y cuantos botones tan curiosos…
Los botones parecían de nácar, el ascensor tenía madera tallada…
Una obra de arte en ascensor.
Otras personas dirían como una persona lo puede flipar tanto con una cosa como un ascensor, yo les diría que esos pequeños detalles son los que marcan definitivamente la diferencia.
En mi casa de Cáceres es imposible que nadie venga a recibirme, que me abra la puerta del portal y ver el portal que es igual o mas grande que mi casa y después ver un precioso ascensor que no aparecería ni en mis más lujosos sueños.
Me estaba poniendo incluso nerviosa, no me quiero ni imaginar lo que me espera a dos minutos entonces.
Oh Dios no¡¡
Me están empezando a dar arcadas por una mezcla de todo.
Entre los nervios, el mareo, dolor de cabeza y el dolor del estómago.
Me senté en el suelo.
Intenté encontrar el norte.
Cada vez veía peor.
Cojo enseguida la llave del bolso…
Maldito bolso que parece un pozo.
Cualquier día dentro de él me encuentro a la niña de “The Ring“.
Entonces llego por fin a la planta y veo una puerta blanca.
Intento levantarme y con mucho esfuerzo lo consigo.
Me acerco tambaleándome...
NECESITO CON URGENCIA IR AL CUARTO DE BAÑO.
De repente veo que aquella puerta blanca se abre.
¿Sería un milagro y vendría alguien a rescatarme?
Veo una chica alta, de pelo castaño y largo, delgadísima, llevaba una minifalda que dejaba ver unas larguísimas piernas con unos tacones de vértigo, su piel era bronceada, y unos ojos azules preciosos.
No era bonita, era tan guapa como un ángel.
Me quedé congelada apoyada sobre la pared.
¿Vendría a ayudarme?
Decidí acercarme a la puerta aunque ella esté saliendo, arriesgándome a caerme en el intento.
Estoy a dos pasos de ella.
Ella me mira con una mirada hostil.
Parece reconocerme.
Se dirige directamente al ascensor y a su pasar me da un golpe intencionado con el brazo en mi hombro el cual me hizo retroceder unos cuantos pasos.
Hago un esfuerzo para no caerme y me quedo apoyada sobre mi maleta.
Consigo recuperar el equilibrio.
Se mete en el ascensor, le da al botón y se cierra la puerta.
Yo literalmente flipando.
¿Qué le he hecho yo a esta chica?
¿Quién es ella?
Que de gracias que estoy así, porque si no esa no se hubiera ido tan fresca…
¿Quién más aparecería tras esa puerta?

1 comentario:

  1. Cuanto peligro... seguro que la tipa esa es alguna a la que Carmen le ha robado el novio.

    Respecto a la dieta del cucurucho yo por usted voy a donde sea y hago los kilometros que sea.

    ¿Donde dice que vive?

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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