Me dio varias veces las gracias por el vino y comenzamos a comer.
Me parecía mentira que esta mujer cocinara tan bien.
Ella en realidad podía perfectamente tener su propia cocinera, pero no era así.
Me contó como su madre la educó en un colegio de monjas en Londres.
Allí la enseñaban a cocinar para acabar siendo la esposa perfecta.
Según Clara siempre es un buen método el conquistar a un hombre, por el estómago.
No se porqué me imaginé a mí sola por la discoteca con un pastel en la mano. Quizás todos picarían como moscas.
Salí de mis estúpidas imaginaciones y la seguí escuchando.
Nunca le gustó ese colegio y mucho menos las monjas, pero era una privilegiada al poder ir a un colegio tan exclusivo.
Me comía la curiosidad de saber por que esa mujer decidió una carrera como la sexología.
Para hacer sexología primero tendría que haber hecho algo de psicología.
Y lo que aún me comía más la curiosidad…¿Ella no había dejado los estudios para irse de estrella del cabaret?
Tenía que descubrir la verdad, por lo que comencé la conversación de una manera que no se esperara.
-¿Y tanto te gustan los placeres de la vida como para acabar estudiando sexología?
Al final no fue un comienzo tan ingenioso como creía que me iba a salir.
Me pasa muchas veces.
Ella se rió y se dio cuenta enseguida de que quería saberlo desde hace tiempo. Creo que hasta se dio cuenta de cómo preparaba mi pregunta en la cabeza.
Era seguro que mas de una vez se lo habían preguntado y lo corroboré cuando me respondió.
- Me ha hecho mucha gracia que no me lo preguntaras antes. No te lo tenías que haber pensado tanto si es lo que querías saber.- dijo riéndose.
- ¿Muchas veces te lo han preguntado?-dije yo un poco avergonzada de no saber disimular.
- Más de lo que quisiera pero nunca me molestó. Por mucho sexo que tu veas en televisión, por mucho que tu leas, por muchas cosas que tu hagas, es algo totalmente diferente para cada persona. Cada persona le da una importancia diferente y es lo que me fascina de esta ciencia, que es totalmente incomprensible… Al igual que el amor puede convertirse en lo mas maravilloso del mundo o a veces incluso hace daño. La gente no te enseña a manejar situaciones porque los padres no quieren hablar del tema por miedo a saber más de lo que quieren…- Hacía pequeñas pausas entre frases como aquel que busca exactamente que decir. A veces me parecía como si se lo explicara a un niño pequeño.- Cada historia es un mundo. Pero en realidad mis estudios no deberían de sorprender a nadie, es algo que la mayoría de la gente hace antes o después. La mayoría de las relaciones de hombres y mujeres están enfocadas a algo sexual. En realidad si se trata de estudiar el placer, ¿acaso no hay gente que cata vino porque les gusta beber?
- Si , por supuesto. -dije yo intentando guardar toda la información en mi cabeza e ir entendiendo lo que me decía.
- Pues esto es igual. A mí no me gusta beber en exceso, pero si me gusta practicar el acto sexual y si es en exceso mejor…-dijo con sonrisa picarona.- Te sorprendería saber como cambia este factor en cada cultura. Es por eso que también he viajado mucho, para saber más. En definitiva el sexo es diferente depende de donde te eduques… Creo que es difícil de explicarte esto ahora… pero has entendido a lo que me refiero, ¿no?
Me había hablado de tanto interés del tema que me daban ganas de preguntarle como lo hacían en otros países, pero al estar comiendo dudo que quisiera hablar del tema. A saber que detalles me daba…
- Si, claro. Es un tema interesante sobre el que aprender, no lo pongo en duda.
- Lo que una cosa no me queda clara, -me dijo mientras se dirigía al sofá y me hizo un movimiento para que la acompañara.-¿Tú nunca hablas de ti misma?
Me chocó, pero es que tenia toda la razón del mundo.
Me fui a sentarme junto a ella al sofá con el plato del postre en la mano.
-Supongo que es porque a mí siempre me ha gustado escuchar, mucho más que hablar. Seguro que tu tienes muchísimas mas cosas interesantes que yo… apenas he salido de esta ciudad y no me suelen pasar muchas cosas interesantes.
-Seguro que a ti también te pasan cosas, eres jóven y guapa. No hace falta irse lejos para contar cosas alucinantes. Estoy segura de que te pasan cosas como a los demás...Por ejemplo: ¿No tienes novio?.
A ido a dar la mujer en el clavo.
Un gran silencio mientras ella esperaba mi respuesta.
Mi corazón volvió a acelerarse de nuevo.
Sin quererlo mis manos comenzaron a temblar y casi se me cae el plato del postre.
No había hablado con alguien que no conociera a Alberto desde hacía tiempo.
Todos me evitaban ese tema para que no me sintiera incómoda o mal.
Ahora de buenas a primeras tenía que ser valiente y aceptar que no, que ya no tenía novio.
Ella me miró aun mas con curiosidad al ver que tardaba en responder. Impaciente y asustada me miraba. Ella no tenía ni idea de todo lo que estaba ocurriendo en mi interior.
-Tenía... Llevábamos juntos siete años. Hace unos días que lo deje con él.-dije casi sin fuerza en la voz.
Luché conmigo misma pero esa voz se decantaba en llanto.
-¿Aun le quieres? - Dijo con mucha suavidad.
Cogió el plato del postre que estaba entre mis manos que estaba entre mis manos y lo dejó en la mesa. Luego ella con sus delicadas manos agarró las mías que no paraban de temblar.
Una lágrima se resbaló por mi mejilla. Me dolía la garganta de intentar evitar romper a llorar.
No podía seguir haciéndome la fuerte cuando sentía que me estaba desplomando por dentro.
Clara me agarró por la barbilla e hizo que la mirara a los ojos. Me secó las lágrimas con sus dedos en una caricia.
Yo mantenía su mirada y ella la mía.
¿Sabría ella lo que me dolía recordar qué es dejar a la persona que más quieres por una intuición?
Miles de gracias a los que se preocupan un poquito por Carmen cada día leyéndose todo.
Miles de perdones por las faltas de ortografía... Lázaro Carreter me mataría xD
Ufff.... que complicado!
ResponderEliminarpero me gusta...
Siempre suyo
Un completo gilipollas