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¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.


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lunes, 17 de mayo de 2010

19. Hacer cosas buenas sin esperar nada a cambio.

Nos acercamos a la barra ante la atenta mirada de todos los hombres del bar.
Se hizo un gran silencio.
Incluso los que jugaban al mus en la mesa dejaron la partida para observar.
Todos se estarían preguntando lo mismo que yo la primera vez que la vi.
¿De dónde ha salido esta pelirroja que parece de porcelana?
-Encantado.-Dijo Jordi a la vez que le besó la mano que ella le había ofrecido.
Jordi también estaba medio alelado mirándola. Tenía que sacarle de ese “encantamiento”.
-Nos pones dos chocolates y la pregunta del millón, ¿ya se lo has dicho?-le pregunté para que reaccionara.
Clara me miro con cara interrogante preguntando que era la pregunta del millón.
Jordi salió de su empanamiento nada más mencionar algo relacionado con la cocinera.
Enseguida Jordi se dio cuenta que todo el mundo estaba en silencio mirando a Clara.
Entonces Jordi dio una palmada para que le miraran y cuando fue el centro de atención, hizo un gesto con las dos manos para que todo el mundo siguiera con lo suyo.
No se cómo, pero todo volvió a la normalidad de siempre y Clara dejó de ser observada por todos.
-Pues ni para la de tres lo consigo. Carmen, me desespero…- me dijo muy triste.
-Otra vez será...-le dije.
Clara me estaba mirando queriendo saber de qué iba la cosa y una vez él se fue a seguir con su trabajo le empecé a contar la historia de amor de Jordi por la cocinera.
Quien dice amor, dice intento de amor. Creo que no, que tampoco hay intento, hay intención.
Ella se reía incrédula. Quizás los hombres que ella había conocido eran mucho más atrevidos que los que hay aquí.
Siempre les puede el miedo al rechazo y se callan lo que sienten.
-¿Tan nervioso se pone él?-me dijo ella.
-Míralo por ti misma.-dije yo señalándole con la mirada la puerta de la cocina.
En ese momento ella salió de la cocina para ir al baño. Jordi que estaba mirando hacia donde estaba ella con una bandeja llena de vasos. Casi se le cae la bandeja pero salvó la situación haciendo malabares.
La cocinera le miró y sonrió.
Jordi le tenía que hacer gracia porque cada vez que le veía parecía un pato mareado.
-No hace falta que me digas más. ¿Cómo crees que podríamos ayudarle?-dijo Clara pensativa.
No había caído en la cuenta que podíamos ayudarle y me dio rabia el que a mi no se me hubiera ocurrido antes esa opción.
Siempre esperé a que Jordi tuviera esa iniciativa, pero eso era casi imposible.
Él se convertía en gelatina cuando la veía.
Entonces Clara me sorprendió como siempre.
Se levantó y le pidió amablemente a un hombre el periódico.
A ese hombre pensé que en cualquier momento se le iba a caer la baba.
Creo que si Clara le hubiera pedido un billete de 500 también se lo hubiera dado sin protestar.
Ella se volvió a sentar a mi lado.
-¿Qué película verías tú si tuvieras una cita?- me preguntó con verdadera curiosidad.

Vi la lista de las películas que había.
Los cines de Cáceres tampoco tenían gran variedad ni las salas son muy grandes pero eso no quitaba que ir al cine ahora parecía un lujo.
Yo me suelo esperar dos semanas para verla gratis por Internet y no me gasto nada.
Una era de mucho miedo y muy gore, por lo que la descarté enseguida.
A ver si Jordi iba acabar más cagado que la otra y menuda escena…
Otra tenía pinta de ser una ñoña y no se elige ese género cuando tienes una cita.
Eso es para chicas y para torturar al novio cuando él no para de llevarte a películas de acción.
Esa es la teoría de Mery.
Miré los carteles y me di cuenta que en una de las películas salía el actor tan guapo que no dejaba de ver en todos lados.
Ya me estaba cansando de verlo.
Esa película no me convencía tampoco pues iba de guerra.
Capaz de que la cocinera se flipara y le hiciera más caso al protagonista que a Jordi.
Descartada.
Elegí una comedia de risa.
Esas nunca fallan y alivian tensión.
Una vez elegí y se la dije me miró con cara de: ¿Estás segura?.
Yo a continuación asentí.
-Jordi, ¿puedes venir un momento?-dijo Clara.
Él enseguida estuvo a nuestro lado comido por la curiosidad de que Clara le llamaba y no yo.
-¿Te gustaría ver una comedia de risa?-dijo con una gran sonrisa.
Él se quedo perplejo mirándola porque no tenia ni idea de que iba todo aquello.
Pero le pasó lo que a todos. A la sonrisa de Clara es casi imposible decirle que no.
-Vale, estaré encantado.
-¿Si? Estupendo.- dijo ella.
Justo en ese momento la cocinera salio del cuarto de baño y le dijo a Jordi en un tono mas alto para que lo oyera todo el bar.
-Esa chica de ahí es amiga tuya y compañera de trabajo, ¿no?
Él me miró con ojos de suplica para que la hiciera parar.
Yo ya no podía hacer nada por Jordi.
Él tenía que contestar.
Se estaba poniendo pálido.
La cocinera paro en seco y miró a Jordi esperando una respuesta, por lo que le obligo a contestar.
-Si, lo es.-dijo él tartamudeando un poco.
-Bien, pues dile que si viene con nosotros al cine.-dijo
-Eh...
Se quedó en blanco sin saber que decir.
Yo creía que hasta se estaba mareando ante la atenta mirada de la cocinera.
-Vamos-Le dijo Clara con un movimiento en señal de ánimos.
-Sonia, ¿quieres venir con nosotros al cine?-Dijo con miedo en la voz el pobre Jordi tan deprisa que casi no se le entendió nada.
Parecía que en vez de hablar Jordi había hablado un pavo.
Sonia puso cara de duda porque ella apenas tampoco le había entendido nada.
Supo que era una película por que había oído antes a Clara.
-¿Que película?-dijo ella pareciendo interesada.
Jordi me miró para que yo contestara.
-Una de comedia.-Le dije yo que estaba allí flipando casi tanto como Jordi.
-Pues estaré encantada de ir. Jordi, luego hablamos y quedamos, ¿no? - dijo con una gran sonrisa.
-Si. Claro.-dijo Jordi que aparte de pálido estaba petrificado sin creérselo.
Yo mire a Clara totalmente sorprendida.
En su cara había una gran sonrisa de satisfacción.
Al ver que yo la miraba ella me guiñó un ojo.
Después miré a Jordi que estaba empanado casi en otro mundo.
Clara interrumpió su estado de shock acercándose a él y dándole unas palmaditas en la espalda.


-Esta es la tuya Jordi. Espera a hablar con ella veinte minutos. Ve a la cocina y queda con ella un poco antes de coger las entradas. Le darás un toque a Carmen, ella te llamará y te dirá que está muy enferma y que yo la tendré que cuidar. Es una oportunidad de oro y no la puedes dejar pasar- La cara de Jordi era una mezcla de odio y amor, pero escuchaba atentamente todo lo que Clara le decía.-Si ella a respondido tan pronto que si, es porque ibas tú. No cometas el error de echarte litro y medio de colonia. No te arregles demasiado. Ponte camisa, vaqueros y zapatos, ¿Vale?
-Si... y muchísimas gracias... No me lo esperaba para nada... No se como agradecértelo...
Jordi estaba mirando a Clara como si fuera su hada madrina.
Incapaz de reaccionar.
Otro igual que yo hace un rato.
-No me tienes que agradecer nada, solo necesitabas un empujoncito. Ya verás como todo sale bien.
Jordi se fue de nuevo a trabajar sin no antes decirnos que ni se nos ocurriera acercarnos a pagar los chocolates y que estábamos allí invitadas de por vida.
Creo que pocas veces había visto a nadie con tanta felicidad.
Jordi tenía la sonrisa de un idiota en una nube.
Clara y yo no podíamos dejar de reírnos por todo lo que acababa de pasar.
¿Cómo es posible que llegara Clara sin conocer de nada a Jordi y haga algo tan importante para él sin esperar nada a cambio?

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