Gracias por leerlo :D
¡Empiecen desde la 1ª Entrada si queréis leer la historia de Carmen! No empiecen la casa por el tejado.
Seguidores
viernes, 28 de mayo de 2010
29. La carpeta plateada.
-Aquí te presento a nuestro magnífico amigo Charles. Se va a encargar de tu vestuario y tu armario.-Me dijo Vanesa justo después de saludarla.
Ella parecía también muy contenta de verme.
Clara y Vanesa esperaban ver mi reacción.
Le miré antes de saludarlo.
Wow.
Era un chico de ojos azules, delgado, fibroso, pelo negro, de gran altura, guapo, con cara de niño bueno...
¿Sabéis quién es Matt Gordon? Para que os hagáis una idea de como veo yo a Charles.
Creí quedarme embobada viéndolo hasta que el se acercó a mí para saludarme.
Él estaba observándome también de manera detenida de arriba abajo.
Tampoco podía parar de mirar su ropa.
No estaba acostumbrada a ver un chico vestido de tantos colores tan llamativos.
Demasiado moderno para mi gusto.
La cuestión era que a él le podría quedara bien cualquier cosa.
Sería igual de guapo con una bolsa de basura.
-Ese soy yo. ¿Y tú cómo te llamas, cariño?
Solo con esa frase y por su manera de hablar lo supe. Era gay.
Tenía mucha pluma.
Toda atracción por él se perdió en un segundo.
No quería hacerme ilusiones, pero eso no quitaba que él fuera hasta el momento el hombre mas guapo que había conocido.
Siempre podré fantasear con que no es homosexual.
Dudo que sea bisexual, pero no quito la posibilidad.
Su manera de gesticular había sido evidente.
Más bien es un sexto sentido.
-Me llamo Carmen, encantada.
-No, ¡encantado yo!. Pienso hacer que quedes a todos asombrados a tu pasar. Pon la espalda recta y el mentón bien alto, que te voy a convertir en mi reina de la moda.-dijo moviendo un montón las manos.
Yo miraba a Clara y a Vanesa con la boca abierta.
Ellas me miraban con una sonrisa.
¿Era verdad?
Parecía que sí.
¿De qué iba todo aquello?
Las tres estaban muchísimo más ilusionados que yo.
¿Qué me va a convertir en su reina de la moda?
Estos no saben de que están hablando...
Las dos como unas niñas pequeñas vinieron deprisa hacia mí.
Cada una me cogió por un brazo y me llevaron enseguida a la habitación de Clara.
Charles venía detrás.
Comencé a sentirme como un muñequito.
Su barbie.
En la habitación hicieron que me quedara en ropa interior.
Aún no sé ni como me convencieron.
En realidad me daba igual eso de enseñar mi cuerpo.
Total, luego en la playa voy con mucha menos tela.
Sería hipócrita el no querer enseñarlo cuando en verano me da igual.
No eran molestas las miradas comparadas con las que me hacen los tíos cuando voy en topless por la playa.
Entonces él con la cinta de medir y comenzó a tomar mis medidas a la vez que las apuntaba.
Mientras ellos comenzaron a contarme la última cena que habían tenido.
Por lo visto Vanesa ese día había elegido un traje negro y blanco simulando un esmoquin.
Se fueron los tres a un restaurante a cenar y era la hora de pagar.
Estaban saliendo de allí cuando ella al ir al servicio alguien la confundió con una camarera.
Le dieron una botella de vino y ella se la llevó directamente a casa para una fiesta que tenían luego.
Vanesa estaba tirada en el sofá de la risa.
Al principio se ofendió, pero acabó ganando al callarse.
Charles conseguía contar todo de una manera muy cómica.
Él en sí era un punto.
Nunca conocí a alguien igual.
Cada vez que le oía era imposible parar de reír.
Clara tampoco paraba de reír y verla reír me encantaba.
Pero cuando Charle se reía estaba tan guapo que tenía que evitar quedarme mirándole alelada.
Ellos tres eran como tres mejores amigos, a pesar que Charles y ellas tenían una notable diferencia de edad.
-Esto para que veas, que a cualquier oportunidad que ten den en la vida, tienes que estar preparado.-dijo Vanesa.
Acabó la frase guiñándome un ojo.
Charles no paraba de hacerme preguntas de cual era mi comida favorita, cual es mi restaurante favorito, en cuantos sitios había estado…
Me pareció como un test de al menos 100 preguntas.
Él parecía tan interesado en mí que no le iba a quitar la satisfacción de saber más.
Incluso me preguntó con cuantos hombres había estado.
Pareció sorprendido cuando le dije que solo había estado con uno.
Clara le lanzó una mirada fulminante para que dejara en paz el tema.
Él cambió su pregunta por la de cual era mi chico ideal.
Miró a Clara para buscar su aprobación.
Ella asintió.
Entonces me quedé en blanco.
He estado tan preocupada por lo de Alberto y lo de dejarlo que hacía un montón de tiempo que no pensaba en más chicos.
¿Cómo era el hombre ideal?
Un hombre ideal para mí...
-¿Existe el hombre ideal?-dije yo pensando en alto.
Los tres estallaron a carcajadas.
No se lo esperaban.
Cuando ya creía que había acabado de medir, el sacó un montón de camisetas básicas de un montón de colores.
Yo me las tenía que ir probando y ellos decían si me favorecía o no.
Terminé de probarme al muchísimas camisetas y de saber los colores que me favorecían.
Miré la hora.
El tiempo había pasado volando.
Ya me tenía que marchar.
Volví a ponerme la ropa.
Charles me aseguró que no hacía falta que yo estuviera a la hora de comprar.
Él se encargaría de todo.
Me dijo que muy pronto nos veríamos.
Charles me dio un abrazo como despedida.
Vanesa también me dijo que nos veríamos pronto.
De ella también recibí un abrazo.
Después de esa cálida despedida ellos se quedaron en la habitación.
Tanto abrazo me animó.
Clara me iba a acompañar a la puerta pero antes me llevó a una habitación nueva de la casa.
Era otro despacho.
Uno privado que conectaba con la sala del piano.
Entonces se acercó a la mesa y me sacó una carpeta plateada de la mesa.
La colocó encima de la mesa.
¿Era para mí?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pero que manía de dejarnos siempre con la miel en los labios...
ResponderEliminarExcelente texto. Por eso quiero mas...
Espero que nunca me deje usted a medias...
:-)
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Gilipollas, me comprometo con usted para no dejarle a medias xq a mi no me gusta que me qden a medias.
ResponderEliminarNo le hago a los demás lo que no me gusta que me hagan a mí.
Eso no quita que quede con la miel en los labios...
Mu ricooooo¡¡
jajajajaj
Mi querida ElenaNito... que me dejase usted a medias ya seria un milagro porque eso significaría... que habríamos comenzado!!!
ResponderEliminarSiga provocándome y acabaré proponiéndola matrimonio!
Siempre suyo
Un completo gilipollas